¿Alguna vez te has preguntado si esos antiguos mamíferos tienen algo que aprender de un pez? Pues, hablo del Protopterus, ese pez pulmonado africano que lleva décadas retorciendo las mentes de los científicos al sobrevivir en condiciones que sacarían lágrimas incluso a los más duros. Estos peces han existido durante millones de años, surcando los ríos de África, adaptándose a los cambios de clima que otros animales nunca podrían soportar. Mientras la mayoría de la fauna a su alrededor enfrenta extinciones por motivos que ciertos grupos culparían al imaginario cambio climático, el Protopterus encuentra la manera de sobrevivir y prosperar. Entre la corrección política y las preguntas incómodas que nadie parece querer responder, el Protopterus desafía a los ecologistas que buscan revoluciones sin admitir que la naturaleza es más sabia y se adapta con una eficacia que nosotros, como una sociedad siempre preocupada por lo innecesario, deberíamos observar.
Primero en la lista de hechos sorprendentes sobre el Protopterus está precisamente su habilidad de hibernar durante cantidades ridículamente largas de tiempo. ¿Puedes imaginar un pez que puede encerrarse en su propio capullo de moco y sobrevivir durante años? Sí, leíste bien. Mientras el mundo viene y va, al Protopterus no le importa ni un poco la turbulencia política o los gritos de alarma medioambientales. Cava un hondo agujero en la tierra, se sella a sí mismo y entra en una fase de latencia hasta que decide, a su juicio, regresar a la superficie. Este pez no necesita comisionar estudios ni recibir becas para evaluar su impacto en el ecosistema. Actúa y punto.
Probablemente, uno de los trucos más nobles del Protopterus es su capacidad para desempeñar nuestra canción favorita sobre el dualismo pulmonar. Mientras los progresistas avanzan el discurso de que la intervención humana es el único enemigo de nuestra biosfera, el Protopterus usa tanto sus branquias como unos pulmones rudimentarios para respirar. ¿No es irónico? Mientras debatimos si deberíamos comer carne o no, este pez, usando un enfoque pragmático, respira por sus pulmones cuando el agua es escasa y vuelve a sus branquias cuando queda sumergido. ¿Cuán poderoso sería, digo yo, si nuestro discurso ambiental incluyera soluciones naturales desarrolladas hace millones de años y que aún hoy funcionan excelentemente sin necesidad de debates, conferencias o cumbres?
Y ahí viene el tercer acto, algo que puede que te deje asombrado de verdad. Algunos piden que los humanos dejemos de alterar entornos y especies, pero el Protopterus es la viva expresión de la adaptabilidad planetaria. Ha evolucionado para alimentarse de todo, desde pequeños crustáceos hasta vegetación, y mantiene un ciclo de vida que resiste prácticamente cualquier cambio ambiental que podamos lanzar en su dirección. A pesar de los esfuerzos incansables de grupos radicales para convencer al mundo de que necesitamos cambiar nuestro modo de vida para salvar el planeta, el Protopterus nos da otro ejemplo de cómo la supervivencia a menudo desafía a los miedos y alarmas de apocalipsis ecológicos.
Ahí lo tienes, un gigante olvidado que desafía las narrativas que han sido martilladas en el debate público durante décadas. Mientras algunos nos convencen de huir de nuestras propias sombras, la resiliencia de este pez es un duradero recordatorio de que la Tierra, dotada de sabiduría y estrategias naturales, tiene formas de reequilibrarse. En lugar de insistir en que los humanos cambiemos absolutamente todo lo que hacemos, quizás sea momento de aprender de la naturaleza que ha estado aquí mucho antes que nosotros. Estos peces han demostrado que no solo sobreviven sino que prosperan en condiciones que harían estremecer a cualquier otro ser viviente.
Finalmente, no pases por alto las lecciones que el Protopterus ofrece. Este extraordinario pez africano merece atención, no solo por su evasiva naturaleza, sino como testamento de la inquebrantable fuerza de adaptación de la naturaleza. Mientras algunos platican interminablemente sobre la necesidad de regulaciones más estrictas para proteger a la fauna, el Protopterus continúa existiendo como una prueba viva de que la naturaleza puede ser notablemente ingeniosa al enfrentar desafíos de supervivencia. A veces, es mejor pararse y escuchar el susurro de la historia escrita en la tierra por millones de años, que ceder a cantos ensayados de desesperación moderna.