Yang Hui: El Matemático que Dejó a los Progresistas Sin Palabras

Yang Hui: El Matemático que Dejó a los Progresistas Sin Palabras

Yang Hui, un matemático chino del siglo XIII, cambió el rumbo de las matemáticas mucho antes de que Europa se apropiara de sus ideas. Con su triángulo 'Yang Hui', desafió la narrativa eurocéntrica.

Vince Vanguard

Vince Vanguard

¡Ah, los juegos de cálculo matemático! Yang Hui, un genio chino del siglo XIII, ha sido una verdadera piedra en el zapato para aquellos que menospreciaron la tradición oriental en la historia de la civilización. Nacido alrededor de 1238 en China, Yang Hui se destacó como uno de los matemáticos más notables de su tiempo. Él nos dio el triángulo que lleva su nombre, una construcción matemática que, aunque algunos en Occidente lo asocian erróneamente con Pascal, tiene raíces profundas en la obra del glorioso Yang Hui.

El 'triángulo de Yang Hui', como deberíamos llamarlo realmente, no es simplemente un conjunto de números ordenados. Es una estructura meticulosa que explora combinaciones matemáticas, ayudando a resolver ecuaciones cuadráticas y revelar coeficientes binomiales. Pero, claro, en el mundo guiado por una lógica liberal y eurocéntrica, muchas veces se pasan por alto las hazañas no occidentales. Yang Hui también fue precursor en el uso de los métodos para la resolución de ecuaciones algebraicas y la representación de números negativos, desafíos que eran revolucionarios para su época.

Ciertamente, fue en un ámbito asiático del que desarrolló estas genialidades, aunque el progreso es, para algunos, un concepto únicamente móvil hacia occidente. La obra "Yang Hui Suan Fa" es uno de sus legados más famosos, un compendio que desafía no solo el orden matemático sino también el orgullo de aquellos que tienden a asociar logros intelectuales solo con su patio trasero.

Dejemos de lado, por un momento, la falsa narrativa que a menudo dice que las innovaciones matemáticas nacieron en Europa. La civilización china nos regaló inventos como la pólvora, el papel, y, sí señoras y señores, el desarrollo integral de las matemáticas aplicadas a problemas reales. No olviden que Yang Hui vivió en un tiempo donde los intercambios culturales florecían en rutas comerciales, no en mapas políticos dibujados en despachos gubernamentales. Yang hablaba el lenguaje universal de números mucho antes de que la globalización se materializara en tratados económicos.

La mujer o el hombre promedio de la calle tal vez nunca haya oído hablar de Yang Hui, pero esta ignorancia es la prueba exacta de las narrativas que nos fueron vendidas. En la jerarquía libremente organizada de los genios matemáticos, Yang brilla junto a los griegos y los europeos, aportando claridad y método a lo que muchos habían percibido como magia aritmética.

Por eso, cada vez que resolvamos una ecuación o trabajemos un problema algorítmico, sería prudente considerar el legado de hombres como Yang Hui, que, con recursos limitados, crearon una base sólida para generaciones futuras. Así que la próxima vez que alguien mencione a Pascal con reverencia, no olvidemos que muchos siglos antes ya estaba Yang marcando el camino en un sendero que aún hoy recorremos.

Hay que recordarlo, las páginas de los libros de historia que solemos abrir están influenciadas por quienes los escriben. Las contribuciones de Yang Hui son un llamado a liberar estas cadenas del desconocimiento histórico. Yang no necesita que cambiemos el mundo, ya lo hizo con su triángulo y su mente brillante.