10 Razones por las que el WIHS es un Desastre
El Washington International Horse Show (WIHS) es un evento anual que se lleva a cabo en Washington D.C. cada octubre, y es un desastre absoluto. ¿Por qué? Porque es un ejemplo perfecto de cómo la élite urbana intenta apropiarse de una tradición rural sin entenderla. Este evento, que se supone celebra la equitación y el amor por los caballos, se ha convertido en un espectáculo de pretensión y superficialidad. Aquí te doy 10 razones por las que el WIHS es un desastre total.
Elitismo en su Máxima Expresión: El WIHS es un evento donde la élite de la ciudad se reúne para mostrar su riqueza y estatus. No se trata de amor por los caballos, sino de quién lleva el mejor atuendo y quién tiene el asiento más caro. Es un desfile de vanidad.
Desconexión con la Realidad Rural: La mayoría de los asistentes no tienen idea de lo que realmente implica cuidar y montar un caballo. Para ellos, es solo una oportunidad de tomarse selfies y presumir en redes sociales. La verdadera cultura ecuestre está en el campo, no en una arena urbana.
Precios Exorbitantes: Los boletos para el WIHS son ridículamente caros. Esto no es un evento para el amante promedio de los caballos, sino para aquellos que pueden permitirse gastar una fortuna solo para ser vistos.
Falta de Autenticidad: El evento está lleno de espectáculos y exhibiciones que no reflejan la verdadera esencia de la equitación. Es más un circo que una celebración genuina de la cultura ecuestre.
Hipocresía Ambiental: Mientras que muchos de los asistentes se proclaman defensores del medio ambiente, el evento en sí genera una cantidad significativa de residuos y contaminación. Desde el transporte hasta el consumo excesivo, el WIHS es todo menos ecológico.
Desinterés por el Bienestar Animal: Aunque se supone que el evento celebra a los caballos, el bienestar animal a menudo se pasa por alto. Los caballos son tratados como meros accesorios en lugar de seres vivos que merecen respeto y cuidado.
Falta de Inclusividad: El WIHS no es un evento inclusivo. Está diseñado para un grupo selecto de personas, dejando fuera a aquellos que realmente aman y entienden a los caballos pero no pueden permitirse asistir.
Superficialidad en su Máxima Expresión: Todo en el WIHS es superficial. Desde las decoraciones hasta las interacciones entre los asistentes, todo está diseñado para impresionar, no para conectar genuinamente con la cultura ecuestre.
Desinterés por la Historia: El evento ignora la rica historia de la equitación y su importancia en la cultura estadounidense. En lugar de educar y celebrar, el WIHS se centra en el espectáculo y la ostentación.
Una Oportunidad Perdida: El WIHS podría ser una plataforma para educar y conectar a las personas con la verdadera cultura ecuestre. En cambio, es solo otro evento de la élite urbana que no entiende ni aprecia lo que realmente significa amar a los caballos.
El WIHS es un ejemplo de cómo un evento que podría ser significativo y educativo se convierte en un espectáculo vacío. Es hora de que se reevalúe lo que realmente significa celebrar la equitación y se devuelva el enfoque a lo que importa: los caballos y la cultura que los rodea.