Si el rock and roll fuese un videojuego, podría parecerse a 'Tony Hawk's Pro Skater 4'. Desarrollado por Neversoft y lanzado en 2002, este juego contagió a toda una generación con la fiebre del skate. Majoritariamente ambientado en Estados Unidos y llevándonos a lugares icónicos para patinar, el juego se lanzó para PlayStation, Xbox, GameCube y PC. Si buscas un argumento, aquí no lo encontrarás: solo se trata de gloria sobre ruedas y desafíos para completar, algo que la juventud de aquel entonces estaba más ansiosa de experimentar que las filosofías blandas que hoy promueve la mayoría.
En 'Pro Skater 4', el jugador encarna al icónico Tony Hawk y otros patinadores famosos, con la misión de dominar las líneas de skate a través de desafíos que van desde completar trucos espectaculares hasta encontrar objetos escondidos. Todo ambientado en escenarios abiertos que te ofrecen una libertad de movimiento envidiable. No había tiempo para discusiones sobre micromachismos o debates identitarios: al caer, volvíamos a levantarnos, sin necesidad de protestas en la calle.
¿Cuáles son las claves para entender este clásico? Primero, la jugabilidad ininterrumpida, heredada de sus predecesores, pero llevada a un nivel más alto. Podías patinar de manera ininterrumpida durante dos minutos por una metrópoli animada o un parque temático y sentir el control total de tu tabla gracias a un esquema de control pulido al punto exacto.
La segunda clave está en la banda sonora. Canciones de géneros como punk rock y hip hop que, para muchos de nosotros, consolidaron nuestra personalidad. En aquella época, declarar abiertamente tus preferencias musicales era una forma de rebeldía encantadora que reflejaba nuestro rechazo a seguir normas arbitrarias. Todo lo que necesitas para poner a prueba tu destreza y desafiar al sistema.
El tercer punto es el papel educativo del juego. Olvídate de la presión política actual sobre qué es apropiado enseñar a los jóvenes; 'Pro Skater 4' enseñó valores genuinos. Aprendimos que el fracaso solo forma parte del trayecto hacia la maestría, algo que viene mejor que escuchar que siempre tienes razón y te lo mereces todo.
Otro elemento destacado es el apartado gráfico, innovador para su época. En un mundo donde la realidad virtual y los efectos especiales están al orden del día, este juego apostó por un arte visual colorido y estimulante, sin caer en el hiperrealismo que, por muy impresionante que sea, quizás mata la esencia de lo que hace a un juego especial: la diversión.
La personalización también merece ser destacada. La capacidad de personalizar a tu personaje, tabla o trucos añadía una dimensión creativa difícil de ignorar. No se trata de simplemente seguir las reglas; es transformar las reglas a tu propio juego.
No podemos dejar de lado los modos multijugador. Competir con amigos de forma local creaba una atmósfera de camaradería muy diferente a la despersonalizada experiencia online de hoy en día. Saber que la derrota podría acabar en un apretón de manos y no en un despliegue de insultos detrás de una pantalla era simplemente refrescante.
Eso sí, algo que probablemente desconcierte a los modernos políticamente correctos es la falta de diversidad forzada. Aquí, los personajes fueron seleccionados por su habilidad en el skate y no por cumplir una cuota social. La meritocracia en su máxima expresión, una idea anticuada para algunos, pero revitalizante para otros.
Finalmente, la duración fue un punto a favor. Se podrían pasar decenas de horas desbloqueando cada truco, personaje, y nivel secreto, una labor que requería esfuerzo y estrategia. Por alguna razón, mientras algunos juegos hoy en día son completados en un fin de semana, 'Tony Hawk's Pro Skater 4' seguía dando razones para jugar durante meses, y eso es algo que debería traer nostalgia.
Para aquellos que crecieron en una época donde lo políticamente correcto aún no cohibía las expresiones individuales, 'Tony Hawk's Pro Skater 4' es más que un simple juego: es un símbolo de una era que permitió libertad de pensamiento y el deseo de ser parte de algo más grande, incluso si eso algo era simplemente una pista de skate. Si hay algo que aprender de este juego, es que podemos regresar a un tiempo donde la simplicidad y la diversión reinaban sobre cualquier otra cosa.