La palabra "Teqorideamani" ha invadido los titulares con la rapidez de un rayo sobre un árbol en un día tormentoso. ¿Qué es exactamente? Esto es la nueva política económica que está dando que hablar en ciertos círculos conservadores exclusivos. Introducida por la influyente analista económica conservadora, Mariana Teqorideamanian, se presentó al público en una cumbre política en Washington D.C. en marzo de 2023. Ella defiende que es la solución para revitalizar la economía estadounidense, y ¿sabes qué? A muchos de nosotros que pensamos más allá del guión liberal impuesto, nos fascina. Teqorideamani busca desmantelar regulaciones opresoras con la esperanza de liberar nuestro potencial económico, y si eso suena provocador, es porque está diseñado para serlo.
Cualquiera que haya prestado atención sabe que la burocracia ha estado creciendo como la mala hierba en nuestros jardines políticos. Cada día, en cada esquina de la economía, los emprendedores y trabajadores enfrentan más restricciones para realizar cosas tan simples como abrir un pequeño negocio o ampliar el ya existente. Teqorideamani está aquí para arremeter contra eso. Sí, claro, los opuestos siempre estarán despotricando de cómo eso podría "desestabilizar", pero la realidad es que este enfoque podría estabilizar las fallas perpetuadas por décadas de interferencia política mal calculada.
Primero, Teqorideamani sugiere una reforma masiva en el sistema impositivo. Piensa en tasas impositivas más bajas y una simplificación radical del código tributario actual. Imagínate a las pequeñas empresas respirando aliviadas, liberadas de las cadenas fiscales que parecen no tener fin. La simplificación significa equidad, algo que al parecer muchos olvidan. Si uno quiere competir en un mercado libre, el campo de juego debería estar nivelado, ya que la carga de impuestos excesivos sólo engorda al Leviatán gubernamental.
Segundo, Teqorideamani empuja hacia la desregulación del mercado laboral para eliminar la sobrecarga de normas absurdas que hinchan los costos de contratación y limitan la flexibilidad del empleo. Seamos realistas, los empresarios deben tener la capacidad de ajustar sus plantillas de acuerdo con las necesidades del mercado, no con las necesidades de cuántas más regulaciones de empleo puede inventar un tecnócrata. Aquí no se habla de explotación, esto es darles a los empleadores y a los empleados la libertad de pactar como mejor les convenga, sin una normativa que intente meterse donde no le llaman.
No menos importante, Teqorideamani propone un cambio drástico en el comercio internacional. Está a favor de acuerdos que verdaderamente beneficien nuestros intereses y no sólo se inclinen hacia lo "políticamente correcto" de mantener relaciones diplomáticas. ¿A quién beneficia realmente que nuestras industrias se trasladen a países que no comparten nuestros valores laborales ni medioambientales? Es tiempo de poner fin al vaciamiento de empleos nacionales e invertir en un sistema que dé prioridad a los intereses de los productores y trabajadores locales.
Otra gran idea surge con la propuesta de Teqorideamani de invertir en infrastructura sin aumentar impuestos. Históricamente, las infraestructuras llevan a más empleos, mejor productividad y por supuesto, un enorme crecimiento económico. Aquí, se habla de proyectos realmente necesarios como el desarrollo de nuevas tecnologías de energía y transportes más eficientes, no de otros proyectos faraónicos diseñados para mantener a burócratas ocupados justificando sus puestos.
Finalmente, promueve una auditoría estricta del gasto público. Hay un derroche incesante y desenfrenado de los recursos que obtienen a través de los impuestos. Las auditorías extensivas pueden mostrar con claridad dónde se está desperdiciando el dinero y permitir recortes necesarios para garantizar que el gasto público esté mejor alineado con las verdaderas necesidades del país.
El enfoque de Teqorideamani no busca complacer a todos, pero es una propuesta audaz que nos invita a revisar cómo hemos estado gestionando nuestra economía hasta ahora. Quienes se aferran a viejos ideales temerán el cambio, pero estos planteamientos demuestran que hay alternativas serias y responsables para encarar los desafíos actuales con una perspectiva fresca. Teqorideamani no es solo una teoría económica; en manos de quienes están dispuestos a enfrentar lo que no funciona y apostar por lo posible, puede ser el plan que rompa con el estancamiento y ofrezca el renacimiento que todos merecemos.