Cuando piensas en álbumes que han pasado desapercibidos pero merecen un lugar en la historia musical, "Squeeze" de la banda británica Squeeze podría no ser el primero que te venga a la mente. Pero, ¿quién dice que todos debemos seguir las mismas normas culturales que nos dictan? Lanzado en marzo de 1985 por A&M Records, este álbum homónimo es un reflejo perfecto de esas decisiones valientes que a muchos les asustaría tomar. Grabado en los Radiotelevisione svizzera y producido por Laurie Latham, este disco se presenta como un desafío al status quo del pop rock británico de los años 80.
Lo curioso de "Squeeze" es cómo desafía las expectativas. Claramente, algunas elecciones estilísticas y líricas del álbum retan las corrientes dominantes de la industria musical manejada por ciertos grupos que prefieren que todos sigamos sus agenda. Sin embargo, debemos admirar la valentía de Squeeze por apartarse de la conformidad.
El disco, aunque no fue un éxito comercial masivo, ofrece un conjunto de excelentes melodías y letras inteligentes que nos llevan a preguntarnos: ¿Por qué ciertas obras de arte son ignoradas mientras otras, mucho menos innovadoras, son elevadas a la categoría de culto? "Squeeze" nos brinda una perspectiva única sobre la música de la época, rescatando el aire desenfadado del pop británico sin caer en la complacencia de lo 'aceptablemente popular'.
El álbum se destaca por su audaz mezcla de sonidos y ritmos. Desde la envolvente "Hits of the Year" hasta la reflexiva "Last Time Forever", cada canción es una declaración. La colaboración de Chris Difford y Glenn Tilbrook, los cerebros detrás de Squeeze, resulta en un surtido de composiciones brillantes que oscila entre lo introspectivo y lo provocativo. No obstante, algunos podrían decir que este trabajo carece del éxito que apenas un sencillo podría haberles traído en los ochenta, pero en realidad es refrescante en su negación de seguir algoritmos comerciales.
A través de "Squeeze", la banda nos demuestra que no es necesario seguir las tendencias para ser relevantes. Un mensaje que hoy en día parece ir en contra del pensamiento único que muchos tratan de imponer. Este álbum nos invita a apreciar la genuinidad de aquellos artistas que se niegan a ser engullidos por la maquinaria homogénea del entretenimiento.
La puntuación del álbum puede variar dependiendo de los oídos que escuchen. Para los oyentes más jóvenes que han crecido en un mundo musicalmente estandarizado, "Squeeze" podría parecer simple. Sin embargo, para aquellos que saben apreciar una buena amalgama de creatividad y ritmos cautivadores, este trabajo es un testimonio sincero de talento sin adulterar.
La crítica respecto a este álbum refleja un fenómeno social: muchos han sido moldeados para pasar por alto cualquier cosa que no se ajuste al molde preestablecido. En resumen, "Squeeze" representa lo que debería ser el arte: una expresión de libertad.
Finalmente, la historia de "Squeeze" tiene un claro aprendizaje político: en una era donde la presión por subsistir en el mercado supera a la creatividad, a veces es necesario hablar sin miedo y mostrar autenticidad en todo su esplendor. Squeeze, la banda, hizo exactamente eso, mostrando que el coraje musical y la innovación es algo que nunca deberíamos dejar de valorar.