¿Quién dijo que los videojuegos no tenían profundidad? Ah, claro, los que nunca han jugado Sombra del Coloso (2018). Este videojuego es una reinvención magistral del clásico de 2005, desarrollado por Bluepoint Games y publicado por Sony Interactive Entertainment, que desató su impresionante gloria visual y narrativa en las PlayStation del mundo entero en febrero de 2018. Situado en un vasto y enigmático mundo, el jugador asume el papel de Wander, un joven que desafía lo inimaginable para revivir a una joven llamada Mono. Armado solo con una espada y un arco, se enfrenta a 16 colosos gigantes que dominan el paisaje desolado. Aquí es donde Sombra del Coloso define su espectacular singularidad. La misión de Wander no es solo un viaje personal, sino un reflejo de sacrificio y determinación que, sin duda, deja a cualquiera sin palabras.
Hablemos claro, el juego invita al jugador a la reflexión sobre las decisiones que toma y su impacto, algo que va mucho más allá de lo que las narrativas de la mayoría de los videojuegos actuales ofrecen. Es un juego que exige atención a los detalles, perfecto para quienes valoran la arena política de lo individual, donde cada batalla tiene sus consecuencias y cada acción es una declaración de amor y riesgo.
Por mucho que a algunos les cueste aceptarlo, Sombra del Coloso se sitúa en el arte narrativo que, como muchos aspectos de nuestra sociedad, busca redescubrir los valores tradicionales de heroísmo y sacrificio. No esperes que la historia de Wander sea tan sólo un paseo, pues cada batalla contra los colosos es tan épica como cualquier epopeya antigua, demostrando que el camino del héroe no es un juego de niños.
Visualmente, esta nueva versión del juego se ha encargado de dejarnos boquiabiertos, demostrando que la tecnología puede ser utilizada para un fin más elevado que simplemente entretenernos unos pocos minutos. Aquí hay una clara declaración de intenciones: que los valores de esfuerzo y superación deben ser exhibidos en todos los niveles, incluso en el entretenimiento digital moderno. Con gráficos increíbles que hacen que cada rincón del solitario mundo del juego se sienta vibrante y realista, te reta a no olvidarte de que siempre hay una belleza a descubrir, incluso en las adversidades más grandes.
Fascina cómo un juego, a través de su propio diseño, nos recuerda tanto a esas raíces conservadoras que podrían calificar de "anticuadas", pero que de hecho sustentan muchas sociedades modernas. El motor visual no solo nos impresiona, sino que anima a la humanidad a no olvidar que depurar nuestras decisiones es esencial para el progreso. Hay una metáfora poderosa aquí, que insinúa que un paisaje desolado puede renacer, claramente visible para aquellos que están dispuestos a tomar el sacrificio en serio.
En una era en la cual los videojuegos se están volviendo cada vez más superficiales, llenos de microtransacciones o libertades sin peso, Sombra del Coloso desafía estas tendencias. Se erige como un desafío a la permisividad e invita a los jugadores a asumir la noble tarea de ser responsables de cada una de sus acciones. Invoca por ello mismas las emociones que realmente importan: valentía, persistencia y, sí, quizá incluso un poco de coraje al antiguo estilo clásico que algunos han olvidado.
Es un toque refrescante encontrarse con un juego que no quiere venderse como algo más de lo que es, sino que en cambio se enorgullece de su autenticidad y carácter. Este remake es perfecto para aquellos que aprecian la clase de narrativa que no tiene miedo de enfrentarse a la adversidad con determinación y que valora la historia bien contada por encima de simplemente «seguir lo último de moda».
Para quienes buscan experiencias en sus videojuegos que trasciendan simples gráficos llamativos, Sombra del Coloso (2018) ofrece una historia rica, emotiva y épica. Niega rotundamente perderse en la corriente masiva de liberalismo extendido en los videojuegos y se alza como una maravilla visual y moralmente provocativa que desafía las normas actuales que promueven unas estructuras narrativas vacías y sin desafíos reales.
No es simplemente un juego, es una experiencia que provoca reflexión sobre nuestra propia naturaleza y los ethos que elegimos seguir. Para el jugador que valora los principios tradicionales encapsulados en un desafiante y caprichoso pero maravilloso formato, Sombra del Coloso (2018) es sin duda un faro de esperanza en un mar de conformidad prediseñada. Regala lecciones relevantes y eternas en un contexto que jóvenes y viejos pueden comprender, si de hecho están dispuestos a abrir sus mentes a las posibilidades que el verdadero sacrificio puede ofrecer.