Setsuko Tsumura: Una Maestra de la Moda que Desconocen los Progres

Setsuko Tsumura: Una Maestra de la Moda que Desconocen los Progres

Setsuko Tsumura, nacida en Hong Kong durante la ocupación japonesa en la Segunda Guerra Mundial, se estableció como una figura central en la moda japonesa. Con un enfoque en la funcionalidad y la sostenibilidad, Setsuko rompió moldes en la moda mucho antes de que estas ideologías estuvieran de moda.

Vince Vanguard

Vince Vanguard

Setsuko Tsumura: Una Maestra de la Moda que Desconocen los Progres

Poco saben los 'expertos' de moda actual sobre Setsuko Tsumura, una de las diseñadoras más influyentes que han pisado Japón, el país del sol naciente. Setsuko, nacida en la Hong Kong ocupada por los japoneses durante la Segunda Guerra Mundial, trasladó su creatividad a Japón, donde emergió como una figura clave en la moda urbana de los años 80 y 90. Contrario a lo que dicta la corrección política del mundo fashionista de hoy, Setsuko no se molestaba en complacer a las masas; su arte hablaba por ella donde las palabras sobraban.

Setsuko Tsumura irrumpió en el firmamento de la moda de la mano de la legendaria casa Issey Miyake, donde trabajó durante 12 años antes de fundar su propia marca, 'Final Home', en 1994. A diferencia de muchos diseñadores que crea estelas de ropa impráctica e inalcanzable, Tsumura plantó cara a la frivolidad y apostó por prendas funcionales y accesibles, perfectas para un mundo impredecible y cambiante. Su célebre creación, la chaqueta de bolsillo múltiple, es una oda al pragmatismo; lo mismo te la pones para resistir una tormenta que para resaltar en un evento social.

Ahora, vamos a irritar a unos cuantos. La moda de Tsumura, con su inclinación por la utilidad por encima de la forma, ridiculiza directrices superficiales que los diseñadores progres intentan imponer. Lecciones de vida y de arte: más sustancia, menos ruido. Mientras hoy en día algunos diseñadores se preocupan más por su agenda política que por la calidad de sus obras, Tsumura se adelantó a muchos consensos liberales con su visionaria perspectiva de cómo debería responder la moda a los desafios reales que enfrentamos como humanidad.

El pragmatismo de Setsuko resume en un simple concepto: moda para sobrevivir. En lugar de encariñarse con lo desechable y lo pasajero, sus prendas funcionaban como herramientas para la vida. Incluso en una época donde el consumismo disparatado dominaba, Tsumura sobrevivió y prosperó haciendo exactamente lo contrario. No seguir la corriente la colocó por encima de diseñadores convencionales que prefieren adornos sin esencia.

Setsuko también hizo una declaración con su uso de materiales. Optó por telas recicladas y económicas, mucho antes de que el boom de la sostenibilidad golpeara la industria. Hoy pareciera que cada marca está adoptando estas ideologías casi como un truco de relaciones públicas o una táctica comercial, olvidando a pioneros como Setsuko Tsumura que genuinamente entendieron y aplicaron estos principios hace décadas.

La audacia de Tsumura no termina en el diseño sino que va mucho más allá. La diseñadora japonesa desafió conceptos anticuados sobre el cuerpo humano al crear ropa unisex; sí, antes de que todos entonaran la canción de la inclusividad. Lo que Setsuko nos deja claro es que para ser inclusivo no necesitas pancartas ni discursos vacíos. Todo lo que necesitas es empatía genuina y un poco de sentido común para crear para todo ser humano, sin importar su género.

Además, pocas veces se menciona cómo Tsumura elevó principios del ikebana y el origami en la confección de ropa. Estos elementos de profundo arraigo cultural ilustran un detallado balance entre estética y estructura, un equilibrio que muy pocos logran alcanzar hoy en día donde la distracción y la superficialidad guían al consumidor promedio.

Habría que recalcar que Setsuko Tsumura no solo tiene un legado en moda, sino que sus principios de diseño han impactado otras disciplinas. Su enfoque minimalista y funcional ha inspirado a arquitectos y diseñadores industriales que buscan la misma eficiencia y belleza práctica.

Lo que queda claro es que Setsuko Tsumura es una joya olvidada, pero eso tiene sus ventajas. Un tesoro como su trabajo no podrá ser manchado por las tendencias cambiantes de una ideología extremista que a menudo se olvida de los verdaderos pilares del arte y el diseño. Setsuko nos recuerda con fuerza que lo auténtico y lo auténtico siempre tendrá un valor imperecedero.

En un mundo saturado de tendencias pasajeras y voces sin profundidad, vale la pena recordar a pioneros como Setsuko Tsumura, cuyas ideas y obras resisten el paso del tiempo sin necesidad de distorsionar su esencia por la moda política del momento.