Serenata: El Cómic que Despierta Apatía entre los Modernos Librepensadores

Serenata: El Cómic que Despierta Apatía entre los Modernos Librepensadores

*Serenata* es un cómic mexicano de los años 50 y 60 que refleja valores familiares y moralejas simples, algo difícil de encontrar en una era dominada por lo políticamente correcto.

Vince Vanguard

Vince Vanguard

En estos tiempos donde lo políticamente correcto ahoga la creatividad, sorprende que algunos cómics como Serenata sigan resonando, especialmente en círculos donde la lógica clásica todavía es valorada. Serenata, publicado inicialmente por Editorial Argumentos en México durante las décadas de los 50 y 60, es una obra que no se anda con tapujos y muestra audacia en su esencia.

Primero pongamos el contexto correcto. Estamos hablando de un cómic que exalta a la familia tradicional y valores que hoy en día parecen ser motivo de burla para quienes dicen defender "nuevos paradigmas". Serenata se centra en relatos cortos, cada uno con una moraleja que resalta valores atemporales como el amor, la lealtad y la lucha por los principios. Nada de agendas ocultas, solo historias que nos recordaban que el bien y el mal existen.

Un elemento central en Serenata es el romance, pero no es un romance chicloso ni de esos melodramas que entumecen el cerebro. Aquí vemos retratos de relaciones donde las dificultades son superadas a través del respeto mutuo y la comunicación, no con quejas y relativismo. Es fascinante como este cómic ofrece un espejo de una sociedad donde los hombres buscaban ser caballeros y las mujeres no eran vistas como objetos sexuales, sino como compañeras de vida.

Algunos críticos modernos, esos que se identifican como rebeldes del pensamiento progresista, dirían que Serenata es una pieza de antaño, desactualizada para las nuevas generaciones. Sin embargo, más que ver en este cómic una pieza obsoleta, debería servir como un recordatorio de cuán distantes se han vuelto ciertos valores que una vez definieron el orden social natural.

La calidad artística de Serenata también es innegable. En un tiempo donde no había pantallas de alta resolución ni herramientas digitales para facilitar el trabajo de los ilustradores, la dedicación al detalle es evidente. El trazo, el color y las expresiones faciales de los personajes demuestran una capacidad que muchos de los copistas de hoy en día sólo pueden soñar alcanzar. Claro, para apreciar tal arte hace falta más que una mirada superficial, hace falta alma, algo que parece escaso entre ciertas filas liberales modernas.

A veces uno se pregunta si las plataformas modernas de entretenimiento tienen miedo de que historias como las de Serenata resalten demasiado algunas verdades que no se pueden disfrazar con discursos floridos y políticas de inclusión forzada. No hace falta ver muy lejos para encontrar un larguísimo hilo de cómics "contemporáneos" que buscan más la agenda política que contar una buena historia.

Serenata también tiene un componente musical, que conecta de forma ejemplar con sus lectores. Justamente, el cómic aprovecha melodías populares de la radio de aquellos tiempos, convirtiendo las narrativas en un puente cultural muy efectivo. Este componente melodioso no es solo un añadido decorativo, sino que está perfectamente integrado para que al lector le cueste trabajo olvidarlo. Si un cómic moderno intentara tal experimento, probablemente necesitaría de demasiados permisos y licencias, rompiendo cualquier atisbo de autenticidad.

Quizás el valor más descuidado de Serenata es que representa un escaparate fabuloso de lo que alguna vez fueron los cimientos culturales. Ahora vivimos en una época donde las ideologías de turno pretenden reescribir la historia o ajustarla a sus preferencias. Pero al final del día, obras como Serenata nos recuerdan que esos cambios son superficiales y que al mirar más allá de las máscaras de la modernidad, los mismos anhelos humanos persisten.

No estamos aquí para glorificar el pasado sin crítica, pero ignorar las enseñanzas de los relatos antiguos es sacrificar el aprendizaje en el altar de la modernidad mal entendida. En resumen, Serenata representa un refugio para quienes anhelan una narrativa que no busque adoctrinar o tensar las cuerdas del victimismo, sino brindar una perspectiva de las cosas que una vez fueron valientes de sostenerse.