Mr. Mean: La Película que los Progresistas No Quieren que Veas

Mr. Mean: La Película que los Progresistas No Quieren que Veas

Descubre por qué la película de 1977 'Mr. Mean' desafía las normas de lo políticamente correcto con su narrativa audaz y humor negro.

Vince Vanguard

Vince Vanguard

Mr. Mean: La Película que los Progresistas No Quieren que Veas

En 1977, en el corazón de Hollywood, se estrenó una película que desafió las normas de lo políticamente correcto: "Mr. Mean". Dirigida por Fred Williamson, este filme de acción y comedia se desarrolla en las calles de Cleveland y Roma, donde un hombre común se convierte en un héroe poco convencional. ¿Por qué esta película es un dolor de cabeza para los progresistas? Porque "Mr. Mean" no se anda con rodeos y presenta una narrativa que desafía las sensibilidades modernas, mostrando un mundo donde la justicia se toma en las propias manos y la corrección política es solo un chiste.

Primero, hablemos del protagonista. Fred Williamson, conocido por su papel en el cine de acción, interpreta a Mr. Mean, un tipo duro que no se deja pisotear. En una época donde los héroes de acción eran blancos y perfectos, Williamson rompió el molde. Su personaje no es un modelo de virtud, pero eso es precisamente lo que lo hace real y atractivo. En un mundo donde los progresistas quieren que todos los héroes sean impecables y políticamente correctos, Mr. Mean es un soplo de aire fresco.

La trama es sencilla pero efectiva. Mr. Mean es contratado por un grupo de mafiosos para hacer un trabajo sucio en Italia. Sin embargo, en lugar de seguir las órdenes, decide enfrentarse a ellos. La película no se detiene en mostrar la violencia y la corrupción que existen en ambos lados del Atlántico. En un tiempo donde las películas intentan suavizar la realidad para no ofender a nadie, "Mr. Mean" se atreve a mostrar el mundo tal como es, sin filtros ni edulcorantes.

La ambientación es otro punto fuerte. Filmada en Cleveland y Roma, la película ofrece un contraste fascinante entre la América urbana y la Europa histórica. Las escenas de acción son crudas y realistas, algo que los cineastas actuales podrían aprender. En lugar de depender de efectos especiales y CGI, "Mr. Mean" utiliza escenarios reales y acrobacias auténticas. Esto le da una autenticidad que muchas películas modernas carecen.

El humor es otro elemento que hace que "Mr. Mean" destaque. En lugar de recurrir a chistes fáciles y políticamente correctos, la película utiliza un humor negro que no es para los débiles de corazón. Este tipo de comedia es cada vez más raro en un mundo donde la ofensa es la norma. Pero para aquellos que pueden apreciarlo, es un recordatorio de que el cine puede ser audaz y divertido al mismo tiempo.

La música también merece una mención especial. La banda sonora, con su mezcla de funk y soul, captura perfectamente la esencia de los años 70. En una era donde las bandas sonoras son a menudo genéricas y olvidables, la música de "Mr. Mean" es memorable y añade una capa extra de disfrute a la experiencia cinematográfica.

Finalmente, "Mr. Mean" es una película que no se disculpa por ser lo que es. No intenta complacer a todos, y eso es precisamente lo que la hace especial. En un mundo donde el cine está cada vez más controlado por agendas políticas, "Mr. Mean" es un recordatorio de que el arte debe ser libre y provocativo. Así que, si estás cansado de las películas que se preocupan más por no ofender que por entretener, dale una oportunidad a "Mr. Mean". No te arrepentirás.