¡Despierta! La Verdad Detrás de la Agenda Progresista

¡Despierta! La Verdad Detrás de la Agenda Progresista

Analiza cómo la agenda progresista en Estados Unidos impacta en políticas de cambio climático, educación, inmigración y libertad de expresión, destacando el control como objetivo subyacente.

Vince Vanguard

Vince Vanguard

¡Despierta! La Verdad Detrás de la Agenda Progresista

En un mundo donde la corrección política parece ser la norma, es hora de que alguien diga la verdad. En Estados Unidos, desde la llegada de la administración actual en 2021, hemos visto un cambio radical hacia políticas que muchos consideran peligrosas. Desde la Casa Blanca hasta las aulas de nuestras escuelas, la agenda progresista está en todas partes, y es hora de que nos preguntemos por qué. ¿Por qué se nos empuja a aceptar ideas que desafían el sentido común? ¿Por qué se nos dice que lo que siempre hemos creído está mal? La respuesta es simple: control.

Primero, hablemos de la obsesión con el cambio climático. Nos dicen que el mundo se va a acabar si no hacemos algo ahora mismo. Pero, ¿qué es ese "algo"? Ah, sí, impuestos más altos y regulaciones más estrictas. ¿Quién se beneficia de esto? No es el ciudadano promedio, sino las élites que pueden permitirse pagar por energía verde mientras el resto de nosotros luchamos para llegar a fin de mes.

Luego está la cuestión de la educación. Las escuelas se han convertido en campos de adoctrinamiento donde se enseña a los niños a odiar su propio país. La historia se reescribe para que encaje en una narrativa que pinta a Estados Unidos como el villano del mundo. ¿Y quién está detrás de esto? Los mismos que quieren que creamos que el socialismo es la respuesta a todos nuestros problemas.

La inmigración es otro tema candente. Nos dicen que debemos abrir nuestras fronteras y aceptar a todos sin cuestionar. Pero, ¿qué pasa con la seguridad nacional? ¿Qué pasa con los trabajos que se pierden? La verdad es que una frontera abierta beneficia a aquellos que quieren mano de obra barata, no a los trabajadores estadounidenses que ven cómo sus salarios se estancan.

La libertad de expresión también está bajo ataque. Si no estás de acuerdo con la narrativa dominante, eres censurado. Las grandes tecnológicas deciden qué es verdad y qué no, y si te atreves a cuestionarlo, te silencian. ¿Es esta la libertad que nos prometieron?

Y no olvidemos la economía. Nos dicen que la inflación es transitoria, pero cada vez que vamos al supermercado, los precios son más altos. ¿Quién paga el precio de estas políticas económicas fallidas? No son los políticos en Washington, sino las familias trabajadoras que luchan por sobrevivir.

La salud también ha sido politizada. Nos dicen que debemos seguir las "ciencias", pero solo si esas ciencias apoyan su agenda. Si te atreves a cuestionar, eres etiquetado como un negacionista. ¿Desde cuándo cuestionar es un crimen?

Finalmente, está la cuestión de la identidad. Nos dicen que debemos aceptar todas las identidades, pero si te identificas como conservador, eres el enemigo. La hipocresía es asombrosa.

Es hora de que despertemos y veamos la verdad. La agenda progresista no se trata de igualdad o justicia; se trata de control. Control sobre lo que pensamos, lo que decimos y cómo vivimos nuestras vidas. Y si no nos levantamos y decimos "basta", perderemos todo lo que valoramos.