Savjibhai Korat, un nombre que puede que algunos no conozcan, pero que representa una figura poderosa del emprendimiento en la India. Este hombre es todo lo que el espíritu empresarial personifica: ambición, creatividad y, por supuesto, un gran éxito económico. Y mientras él promueve un paradigma que desafía la burocracia y el enfoque de las políticas izquierdistas, hay quienes sentirían incomodidad. Sus historias no están llenas de clichés filantrópicos de personalidades ricas que prácticamente venden cada aliento como una táctica de marketing social.
Si hablamos de Korat, tenemos que hablar de su dedicación al sector agrícola, un sector que a menudo pasa desapercibido o es, al menos, menospreciado por los urbanitas progresistas. En el estado de Gujarat, Korat ha logrado transformar prácticas agrícolas para que sean no solo más productivas, sino, encima de todo, lucrativas. ¿Es raro ver líderes que realmente comprenden el valor de maximizar la tierra? Tal vez, pero Korat lo hace a la perfección.
Muchos admiran su capacidad de innovación. Ha introducido técnicas agrícolas avanzadas que algunos sectores ridiculizan como "conductas adversas al medioambiente". Sin embargo, difícilmente se puede ignorar el hecho de que su enfoque ha permitido a miles de granjeros de la región pasar de la subsistencia al beneficio económico real. Sí, algunos dirán que está "anteponiendo las ganancias a la ecología", pero ¿acaso no necesitamos estabilidad económica primero?
También hablamos de su interés por la tecnología. En un mundo donde la tecnología transformadora parece estar reservada para quienes pueden pagarla, Korat ha hecho esfuerzos para acercar estas herramientas a los sectores rurales. Ha comprendido que el verdadero progreso social y económico no llega de la mano de políticas que simplemente distribuyen recursos para favorecer a los votantes; el progreso, a menudo, se materializa a través de permitir que los individuos se adapten y superen sus propias limitaciones mediante sus herramientas y recursos.
A muchos no les gusta su enfoque directo y puede que no aprecien que Korat no pide permiso para lograr cambios significativos. En vez de quedarse en el discurso del “debería”, él ejecuta. Tal vez la crítica que enfrenta se debe a que personas como él rompen el estadístico control que algunos grupos quieren mantener.
Por supuesto, su historia no es solo trabajo y éxitos industriales. También está su lado humano, ese que convierte a líderes como él en ejemplos auténticos a seguir. Savjibhai Korat invierte en la comunidad, financiando escuelas y facilitando sistemas de salud mejorados. Hace estas contribuciones no necesariamente para agradar a los críticos, sino porque comprende el verdadero significado del crecimiento inclusivo, algo que diferencia el hecho de liberar a las comunidades de las cadenas del paternalismo gubernamental que simplemente ata y hace dependiente a las masas.
Uno podría sospechar por qué algunos dudan de sus motivaciones. Pero cuando las críticas se analizan, rara vez estas provienen de agricultores y trabajadores comunes, sino que se oyen con más frecuencia en foros académicos o en conversaciones de oficinas centrales completamente ajenas a la realidad del campo.
Mientras que hay quienes encuentran su estilo directo incómodo, su método habla por sí mismo. El impacto económico en Gujarat por su intervención es palpable y ha creado un gran cambio en la mentalidad de quienes trabajan la tierra. Esto es algo que supera con creces el simple acto de llenar buzones electorales.
Al final del día, figuras como Savjibhai Korat representan un recordatorio de que el emprendimiento y la creación de riqueza van de la mano con el verdadero progreso social, uno que no se encuentra en formularios interminables o en discursos trillados. Que su historia inspire o irrite dice más sobre aquellos que la interpretan que sobre Korat mismo.