Sacude, Traquetea y Rueda: ¡Mucho Más que una Película de Buenas Intenciones!

Sacude, Traquetea y Rueda: ¡Mucho Más que una Película de Buenas Intenciones!

"Sacude, Traquetea y Rueda" intenta reflejar la vida de los latinos en EE.UU., pero termina en clichés y superficialidades. Descubre cómo esta película exagera realidades en su narración.

Vince Vanguard

Vince Vanguard

Cuando Hollywood intenta hablar de diversidad y cultura latina, surge un filme llamado "Sacude, Traquetea y Rueda". Es un intento de mostrar la vida vibrante de una comunidad latina en los Estados Unidos, pero al igual que muchas producciones, a menudo cae en el cliché y la superficialidad. Dirigida por Luis Zelaya y protagonizada por Karla Pérez, esta película se estrenó en 2023, generando opiniones polarizadas por retratar la realidad de la comunidad latina con pinceladas a veces más exageradas que los personajes mismos.

La trama gira en torno a la vida de una joven inmigrante en Los Ángeles que persigue su sueño de convertirse en bailarina profesional. Envolviendo temas de perseverancia y el siempre presente discurso político de "sueños americanos", esta película parece empeñarse en verlo todo a través de un filtro de arcoíris y tambores. Tal enfoque intenta captar la esencia de la lucha y la vida cotidiana de quienes llegan a un país nuevo buscando oportunidades. Pero, como suele ocurrir, los intentos de mostrar multiculturalidad terminan encasillados en un intento excesivo de provocar simpatía.

Una de las críticas más fuertes que se le ha hecho a la película es su manera de presentar las dificultades de los inmigrantes latinos. Claro está, sobrevivir en un país extranjero tiene sus retos, pero recurrir a una narrativa que siempre coloca al protagonista como la víctima constante es vender una realidad poco acertada. La verdadera esencia de la comunidad latina está en la resiliencia, la innovación y la capacidad de adaptación a su entorno, características que aquí se ven opacadas por el dramatismo cinematográfico.

Por supuesto, el personaje principal lucha contra las injusticias y encuentra amigos y enemigos en su viaje, pero con cada paso parece más un espectáculo calculado que una representación honesta. Al igual que muchas producciones dirigidas a expresar voces culturales, "Sacude, Traquetea y Rueda" no escapa de ejemplificar una dualidad forzada entre 'ellos' y 'nosotros'. La propuesta invita a la reflexión, pero sus intentos por lograrlo son bastante estrepitosos.

Además, el guion se aleja en ocasiones de situaciones reales en favor de escenas melodramáticas que más parecen inspiradas en telenovelas que en experiencias reales. ¿Dónde está la verdadera historia del inmigrante que, a pesar de enfrentarse a innumerables dificultades, logra redefinir el esquema que una vez decidió etiquetarlo?

La imagen que pretende embanderar una causa noble acaba cayendo en el exceso, algo que debería evitarse a la hora de representar cualquier cultura. Este enfoque de elevación cultural no solo minimiza la auténtica historia del inmigrante, sino que empaña la narrativa con un velo casi ideológico que raya en un drama novelesco.

No obstante, algunos defenderán este tipo de narrativas argumentando que están pensadas para dar voz a las minorías, pero es imperativo preguntarse si realmente sirven a ese propósito o si simplemente venden una narrativa cómoda y políticamente sustentable.

"Sacude, Traquetea y Rueda" aspira a inspirar a una nueva generación de latinos en Estados Unidos, pero lo hace mirando a través de un prisma que no ofrece la claridad necesaria. En su esfuerzo, a menudo erosiona la riqueza de las historias reales, haciendo que la audiencia consuma una caricatura cultural.

El reparto, aunque competente en sus papeles, está limitado por un guion que dificulta explorar la profundidad de sus personajes. Hay que reconocer el talento y el esfuerzo de los actores, pero lamentablemente se ven atrapados en un espectáculo que insiste en alimentar un círculo emocional sin ofrecer una verdadera salida narrativa.

En definitiva, el estreno de "Sacude, Traquetea y Rueda" revela una gran distancia entre la buena intención y la ejecución efectiva. Lo que podría haber sido un estudio contundente de la experiencia inmigrante y su capacidad para sacudir, traquetear y redefinirse, se queda a medio camino por su manía de ser condescendiente con una realidad más compleja de lo que sus pigmentos cinematográficos ofrecen.