Cuando hablamos de fútbol, la mayoría de las veces nos enfocamos en los jugadores que ocupan los titulares: los delanteros que anotan, o los mediocampistas que hacen los pases cruciales. Sin embargo, al ignorar a los defensores, pareciera que olvidamos el papel fundamental que tienen en cualquier equipo exitoso. Un defensor que merece nuestra atención es Ruben Gabrielsen. Este fenomenal jugador noruego ha labrado su camino dentro del fútbol europeo con una barba que podría intimidar a un vikingo.
Primero, miremos su trayectoria. Ruben Gabrielsen, nacido el 10 de marzo de 1992, comenzó su carrera en el fútbol profesional en el club noruego Lillestrøm SK en 2009. Imaginen ser un adolescente y enfrentarse a colosos del fútbol. Necesitas agallas, una columna vertebral hecha de acero y, por supuesto, una gran dosis de patriotismo. Muchos dicen que Gabrielsen no tenía el talento de otros, pero él nunca necesitó que alguien le dijera lo que debería hacer. Prefería que sus botas hablaran por él, con tracción firme en el campo de fútbol y una visión clara hacia la victoria.
Gabrielsen no es un defensor común; tiene la habilidad especial para leer el juego de una manera que pocos pueden. Esto es lo que realmente lo separa de la manada, una habilidad que tal vez no encuentres en esas listas de influencers o en las fiestas de los liberales que prefieren una charla trivial. Ruben reta a cualquiera que se interponga en su camino. Tiene la velocidad que desafía el estereotipo del zaguero pesado y la inteligencia táctica que algunos entrenadores solo podrían soñar implantar en sus jugadores.
A lo largo de su carrera, Rubén ha demostrado un liderazgo incuestionable, algo que cualquier equipo valora altamente. En su tiempo como capitán del FK Molde en Noruega, llevó al equipo a alturas notables, ganándose respeto y admiración en su país natal y en el extranjero. Liderazgo: una palabra que tantas veces escucharás de gente hablando de cambios en el sistema, pero que, cuando se debe poner en práctica, se convierte en algo escaso.
En 2020, Gabrielsen llevó su talento a los campos de Francia, uniéndose a Toulouse FC. Algunos consideraron esto como un gran paso adelante, otros como una locura. Sin embargo, para él, fue simplemente una oportunidad de mostrar al mundo que un defensor noruego también puede brillar en una liga competitiva como la Ligue 1. A pesar de las críticas, Gabrielsen continuó jugando con determinación. Allí mostró que además de ser un defensor tenaz, también sabe adaptarse a las circunstancias en diferentes ligas. Muchos habladores en el ámbito deportivo intentarán minimizar este logro, universalizando como "lo mismo de siempre", pero cuando alguien como Gabrielsen se enfrenta a los adversarios, sabes que estás viendo algo especial.
Luego de su aventura francesa, Ruben siguió su carrera explorando otros horizontes y enfrentándose a nuevos desafíos con la misma determinación que lo había caracterizado desde el inicio. Viajó a Estados Unidos para jugar con el Austin FC, demostrando que su férrea determinación sigue intacta.
Además de su destreza en el campo, Ruben Gabrielsen es un individuo que tiene un fuerte sentido del deber. A pesar de ser un hombre relativamente reservado fuera de la cancha, ha participado en actividades de beneficencia para ayudar a los más necesitados. Su disposición a dar lo mejor de sí en todo momento es algo que se traduce tanto dentro como fuera del campo.
Ruben Gabrielsen ha desafiado las expectativas desde el momento en que pisó el campo por primera vez. Inclinándose contra los estereotipos y enfocándose en su propio estilo de juego. Su historia de vida es un recordatorio de que el verdadero camino hacia el éxito nunca es fácil y que no todos tienen que estar de acuerdo contigo para que alcances tus metas. Así que, cada vez que sientas que alguien te pone límites, piensa en Ruben Gabrielsen, el defensor que no necesita que le cuenten cuentos de hadas para saber que sólo es cuestión de tiempo antes de que la aguja vuelva a caer a su favor.