¿Qué pasa cuando mezclas la rebeldía cruda del punk con los ritmos incesantes de la electrónica? Obtienes algo explosivo como "Remixes de Board Up the House Volumen 2" de la banda Genghis Tron, un proyecto que salió a la luz en 2009 y cambió el panorama del rock y la música electrónica para siempre. Recordemos que, en los años donde la cultura mainstream dominaba toda frecuencia de radio, Genghis Tron rompió con las normas, burlándose de los estándares musicales que los liberales tanto idolatran. Si te importan las normas, apaga los altavoces, porque esta música es una declaración de independencia sonora.
Esta joya del remix no es música para las masas, sino para aquellos que se atreven a desafiar las etiquetas. Con remezclas de temas espaciales y bastante alternativos, este volumen incluye contribuciones de artistas revolucionarios como Justin K Broadrick, Dalek y Ultrademon, cada uno aportando su perspectiva única a la aclamada obra original de Genghis Tron, "Board Up the House". Lo que estos artistas lograron fue crear una serie de paisajes sonoros que te hacen querer cuestionar tu percepción de lo que debería o no debería ser la música.
Una mezcla explosiva: Piensa en este álbum como un cocktail molotov sonoro. La música tiene garra, suena cruda y ofrece una experiencia por completo genuina y no comprometida con las tendencias comerciales que nos bombardean en los medios. Aquí no hay miedo a ir "demasiado lejos", porque ese es precisamente el punto.
Diversidad de Temas: Cada pista en este volumen de remixes rebosa creatividad y se aventura en territorios inexplorados. Desde secuencias de sintetizadores espaciados que podrían ser la banda sonora de un viaje interestelar, hasta líneas de bajo tan profundas como un discurso de campaña electoral, Genghis Tron se las ingenia para mantenerte al borde del asiento.
John's Idea: Uno de los temas más destacados es "Recitation" remezclado por Dalek. Esta pista empieza con un zumbido casi melancólico, antes de estallar en un eco de guitarras distorsionadas que recuerdan a las mejores épocas del punk. Un tema que estimula no solo por su ritmo, sino por su naturaleza intencionalmente desafilada.
Conexión con el Público: Aunque seguramente no verás este álbum encabezando las listas de Spotify, el público que lo escucha se siente identificado con su mensaje. Más que música, es una declaración de principios: ser diferente en un mundo donde todos intentan encajar en el mismo molde.
Sonidos del Futuro: Este álbum es tan innovador que el tiempo parece doblarse cuando lo escuchas. La música parece viene de un futuro donde la creatividad tiene prioridad sobre los clichés tontos. Es refrescante escuchar algo que no intenta ser solo un éxito pasajero.
Una burla al sistema: No hay mejor manera de retar al sistema musical impuesto que redefinir lo que se consideraba música de vanguardia. Los remixes de "Board Up the House Volumen 2" recorren el camino menos transitado, ese que teme a los auditores de la radio convencional y los fanáticos del orden establecido.
El valor de lo raro: Este álbum es un recordatorio de que incluso en los territorios que consideramos "raros", existe un verdadero sentido de normalidad para aquellos que son lo suficientemente valientes para apreciarlo. Lo desconocido aquí es bastante conocido entre sus fans.
Adiós a los filtros: Genghis Tron se ha liberado de los convencionalismos y los moños de la industria. Cuando escuchas "Remixes de Board Up the House Volumen 2", sientes una libertad que es imposible encontrar en lanzamientos actuales con arreglos predecibles.
La unión de extremos: ¿Y por qué aún hablamos de este álbum? Porque representa la unión magistral de extremos que parecen no encajar: el punk audaz, sin restricciones, y la electrónica meticulosa. Es así de simple: funciona.
Lo que los músicos ya no hacen: En una época donde pareciera que la fórmula es la que manda, algunos músicos se lanzan y arriesgan. Genghis Tron lo hizo y probablemente nos entregó uno de los mejores proyectos musicales que, claro, las plataformas comerciales apenas consideran.
Levantemos nuestros auriculares en celebración de un álbum que renuncia a la mediocridad, que desafía las reglas impuestas por una industria saturada de conformismo.