Cabo Verde y España: Un Romance Histórico que Desafía la Corrección Política

Cabo Verde y España: Un Romance Histórico que Desafía la Corrección Política

Imagine una relación internacional que se teje entre la historia, la cultura y hasta el idioma de dos países que parecen dispares: Cabo Verde y España. Este vínculo ha trascendido siglos de historia compartida y ha forjado lazos sólidos en comercio, cultura y migración.

Vince Vanguard

Vince Vanguard

Imagine una relación internacional que se teje a partir de la historia, la cultura y hasta el idioma, entre dos países que, a primera vista, podrían parecer dispares. Los protagonistas de esta historia son Cabo Verde y España. Este relato comenzó con la llegada de los portugueses y la posterior influencia española que moldeó aspectos esenciales de la sociedad caboverdiana, desde hace siglos. Cabo Verde —un archipiélago situado frente a la costa occidental de África— y España han tejido un vínculo notable en áreas clave como la economía, la cultura y la migración.

Primero, hablemos del comercio entre ambos países. Cuando se trata de intercambio económico, España tiene un interés significativo en Cabo Verde. Las empresas españolas no se lo piensan dos veces antes de invertir en este archipiélago. Para ser sinceros, no solo es porque hay oportunidades lucrativas. España reconoce en Cabo Verde un punto estratégico en medio del Atlántico, y eso no se puede ignorar así como así. Mientras algunos hablan de sostenibilidad y otros temas que a menudo ocupan las portadas, señores, estos son datos que la mayoría querría ocultar. Los adultos en la sala entienden que los negocios son negocios, y este intercambio solo va a seguir creciendo.

En la esfera cultural, no se puede ignorar la herencia hispana que está entrelazada con las tradiciones caboverdianas. Desde la música hasta la gastronomía, se siente la influencia española. No vamos a negar que muchas familias caboverdianas terminaron contando a España como parte de su árbol genealógico, gracias a la inmigración. Los lazos humanos son el cemento de esta relación, con una diáspora caboverdiana significativa que llama hogar a ciudades como Lisboa y también, en menor medida, a Madrid y Barcelona.

Un tema formidablemente ignorado por aquellos que prefieren la corrección política es la situación lingüística. A pesar del orgullo caboverdiano por su criollo, el español se enseña en las escuelas y no es raro que mucha gente aprenda este idioma como una puerta al mundo hispanoparlante. Esto solo fortalece los lazos humanos y educativos entre ambas naciones.

Ahora, toquemos un punto que suele incomodar. ¿Qué hay de la migración? Aquí no hablamos de simples flujos de personas buscando mejores oportunidades económicas. Cabo Verde y España han sido partícipes en acuerdos migratorios. España ha brindado oportunidades a los caboverdianos, pero no se equivoquen: es una puerta de doble vía. Ambos países han encontrado maneras de gestionar la migración para que sea beneficiosa para sus economías. Mientras que algunos activistas levantan la voz, los intelectuales comprenden que la migración económica no es un pecado, sino una necesidad.

La cooperación en el ámbito educativo también merece mención especial. Existen programas conjuntos donde estudiantes caboverdianos vienen a España a completar su educación superior. Esta no es solo una cuestión de 'intercambio cultural', es una inversión en el futuro. Los jóvenes que regresan a Cabo Verde con sus títulos obtenidos en universidades españolas suelen ser agentes de cambio en su tierra natal. Una vez más, aquí hay una visión estratégica que, para quienes entienden las verdaderas dinámicas del poder, tiene mucho sentido.

Y, por supuesto, está la parte de seguridad. Tanto Cabo Verde como España han colaborado en términos de seguridad y combate al crimen transnacional. Los problemas del narcotráfico y la inmigración ilegal requieren una respuesta concertada y lo han hecho con efectividad. Mientras que se gasta tiempo y recursos en debates insustanciales, la realidad es que ambos países saben lo importante que es un frente unido en asuntos de seguridad.

Finalmente, tocamos el turismo. Las islas de Cabo Verde son un destino emergente para los turistas españoles. ¿Y por qué no iban a serlo? Playas exóticas, una cultura vibrante y, sobre todo, una conexión histórica hacen que sea un lugar natural para el crecimiento del turismo. Los turistas no solo llevan su dinero sino también actúan como embajadores de la cultura española, fortaleciendo este lazo ya tan rico.

En este prolífico romance entre Cabo Verde y España, hay mucho más que las idealistas teorías de los liberales sobre la corrección política. Es una relación basada en interés económico y mutua necesidad, no en fantásticas narrativas moralistas. Así es como el mundo funciona realmente.