¡La película "Domestic Relations" es un desastre liberal!

¡La película "Domestic Relations" es un desastre liberal!

Una crítica mordaz a la película 'Domestic Relations', destacando su guion predecible, dirección deficiente y mensaje político forzado.

Vince Vanguard

Vince Vanguard

¡La película "Domestic Relations" es un desastre liberal!

¿Alguna vez has visto una película que te hace querer lanzar el control remoto por la ventana? "Domestic Relations" es esa película. Estrenada en 2023, esta obra maestra del caos fue dirigida por un director que claramente tiene una agenda política que empuja a la audiencia a tragarse su ideología sin masticar. La trama se desarrolla en una ciudad ficticia de Estados Unidos, donde las relaciones familiares se ven afectadas por las políticas progresistas que, según la película, deberían ser la solución a todos los problemas. Pero, ¿por qué esta película es un desastre? Aquí te lo contamos.

Primero, los personajes son un cliché andante. Tenemos al padre de familia que, por supuesto, es un hombre blanco de mediana edad que no entiende nada de lo que pasa a su alrededor. La madre es una mujer empoderada que, mágicamente, tiene todas las respuestas. Y los hijos, bueno, son los típicos adolescentes que saben más que sus padres. La película intenta vendernos la idea de que la única manera de tener una familia feliz es adoptando políticas progresistas. ¡Por favor!

Segundo, el guion es predecible y aburrido. Desde el primer minuto, sabes exactamente cómo va a terminar. No hay giros sorprendentes ni momentos de tensión. Todo se resuelve de manera tan conveniente que parece un cuento de hadas. La película intenta ser una crítica social, pero termina siendo una caricatura de sí misma.

Tercero, la dirección es un desastre. Las escenas están mal editadas y la cinematografía es mediocre. Parece que el director estaba más interesado en transmitir su mensaje político que en hacer una buena película. Las escenas que deberían ser emotivas se sienten forzadas y artificiales.

Cuarto, la música es tan genérica que podrías encontrarla en cualquier banco de música libre de derechos. No aporta nada a la historia y, en algunos casos, incluso distrae de lo que está sucediendo en pantalla. Es como si hubieran puesto música de ascensor en una película que pretende ser un drama serio.

Quinto, el mensaje de la película es tan obvio que resulta insultante. No hay sutileza ni espacio para la interpretación. Te lo meten por la garganta y esperan que lo aceptes sin cuestionarlo. Es un ejemplo perfecto de cómo no hacer una película con mensaje social.

Sexto, la actuación es mediocre en el mejor de los casos. Los actores parecen estar leyendo sus líneas sin emoción ni convicción. No hay química entre los personajes y las interacciones se sienten forzadas y poco naturales.

Séptimo, la película intenta ser inclusiva, pero falla miserablemente. En lugar de representar la diversidad de manera auténtica, se siente como si estuvieran marcando casillas en una lista de verificación. Los personajes de minorías son unidimensionales y no aportan nada significativo a la trama.

Octavo, el ritmo de la película es lento y tedioso. Hay escenas que se alargan innecesariamente y otras que se resuelven demasiado rápido. Parece que el editor se quedó dormido en el trabajo.

Noveno, la película no ofrece nada nuevo ni innovador. Es la misma historia que hemos visto mil veces antes, pero con un barniz de progresismo que no logra ocultar su falta de originalidad.

Décimo, y lo más importante, "Domestic Relations" es un ejemplo de cómo Hollywood está perdiendo el rumbo. En su afán por ser políticamente correctos, están sacrificando la calidad y la creatividad. Esta película es un recordatorio de que el cine debería ser, ante todo, una forma de arte y entretenimiento, no una plataforma para sermones políticos.