En medio del caos que caracteriza a Yemen, uno de los conflictos más ignorados por los medios liberales, la "Ofensiva de Al Hudaydah" se convirtió en un cabezazo directo a las costillas de la apatía internacional. La operativa, lanzada en junio de 2018, fue dirigida por la coalición liderada por Arabia Saudita contra los rebeldes hutíes, con el claro objetivo de recuperar el control estratégico de este puerto crucial en el Mar Rojo. ¡Atención! Todo ocurrió en Al Hudaydah, la puerta de entrada para la mayoría de las importaciones y ayuda humanitaria que tanta falta le hace a la maltrecha población yemení.
La importancia de Al Hudaydah no es asunto menor. Controlar este puerto significa tener un punto de presión económico y social considerable. Los hutíes, respaldados por Irán, lo sabían bien. Por eso, desde 2014, la región ha sido un bastión de estos rebeldes, que han encargado de que los suministros de alimentos y medicinas caigan en sus manos antes de llegar a los necesitados. No es sorpresa que la coalición saudita decidiera que era hora de poner fin a esto. ¿Quién se opondría a una ofensiva que busca liberar un puerto secuestrado por intereses insurgentes? Pues, al parecer, más de uno.
Es verdaderamente asombroso cómo se manipulan los discursos internacionales. Muchos se alzaron para señalar el desastre humanitario que la ofensiva podría causar. ¿Pero alguien se molestó en preguntar cómo era la vida bajo el dominio hutí? ¿Los robos sistemáticos de las ayudas y las tácticas de hambre que han sometido? Claro, porque eso no encaja bien en el relato de una guerra de poder. Imaginen tener en sus manos una herramienta tan poderosa como un puerto estratégico y usarla para perpetuar el sufrimiento.
No solo se trató de una confrontación militar, también de una batalla simbólica. Algunos prefieren llamar a esto "el Vietnam de Arabia". Sin embargo, la historia de Al Hudaydah no es un cuento de fracaso militar internacional, sino una demostración de las claras intenciones de control sobre el Mare Nostrum moderno. Para comprender la ofensiva, hay que tener clara la foto macro; se quita una pieza y se develan millones de hipócritas riendo tras el telón.
Los críticos señalaron que esta movida militar solo traería consigo un aumento en el número de desplazados y más sufrimiento humano. Ciertamente, Yemen es uno de los países más desdichados en términos humanitarios. Pero pensemos, por un momento, ¿acaso mantener Al Hudaydah bajo control hutí era una opción? ¿De qué han servido las negociaciones pasadas? Más bien, pareciera que el orgullo hutí estaba satisfecho al ver el sufrimiento de un pueblo que ellos dicen proteger.
Gran parte de la indignación vino también por el involucramiento de Estados Unidos dándole apoyo logístico y de inteligencia a los saudíes. ¡Oh, la hipocresía! Un movimiento necesario para asegurar que cada acción realizada fuera lo más precisa posible. Ningún dedo levantado al cielo señalando a los hutíes, quienes han peor el desastre al estilo "escorpión y la rana"; sacrificando incluso a sus miembros, por Dios.
Al Hudaydah es más que un puerto: es un símbolo. Y uno que podría haber dado una ventaja crucial en un conflicto que no conoce del paso del tiempo. La coalición declaró un cese al fuego en diciembre de 2018, y un acuerdo fue alcanzado en Estocolmo, que incluyó redistribuir tropas en esta ciudad portuaria. Pero nada de esto hubiera sido posible sin una ofensiva que rompiera la inercia que tanto había lastimado al pueblo yemení.
No esperen encontrar este tipo de análisis dando vueltas en las secciones principales de los portales. Siempre será más cómodo vendernos el cuento de David contra Goliat, de la resistencia oprimida que lucha contra la maquinaria de guerra internacional. Pero tras esa narrativa simplista, el complejo rompecabezas de Yemen merece un examen más profundo, uno que considere cómo se mantiene el equilibrio y la estabilidad en una de las regiones más complejas del mundo. Así, el desafío persiste, no como un simple asalto a un puerto, sino como un miniaturizado anhelo de justicia en medio de las sombras de la guerra.