¡Prepárense para girar los ojos, progresistas! Hoy hablamos de "Observaciones", la extraordinaria obra de Pierre Belon, quien nació en el siglo XVI en Francia. Este viajero, naturalista y médico no se dejó intimidar por la corriente principal. Belon realizó sus investigaciones principalmente en el Mediterráneo entre 1546 y 1549. Es un trabajo que desafía la complacencia y que nos lleva a cuestionar tanto los paradigmas arcaicos como los modernos. ¿Por qué? Porque refleja un tiempo en que los hombres se enfrentaban a lo desconocido con coraje, en lugar de acurrucarse detrás de sus pantallas, temblorosos ante la diversidad de opiniones.
Mientras Belon viajaba por tierras exóticas como Grecia, Asia Menor, Egipto y Arabia, sus observaciones abarcaban desde la fauna y la flora hasta los monumentos arqueológicos. Parecía tener esa rara habilidad de ver el mundo con ojos frescos, algo que nos falta hoy en día. Fabricaba los cimientos para lecciones futuras que simplemente quedan atrapadas en el polvo del olvido porque no encajan con la narrativa "liberal" aceptada.
El hombre no solo documentó la naturaleza, sino que también hizo un trabajo que muy pocos se atreverían a hacer hoy: relacionar a las distintas especies entre sí. Esto fue mucho antes de que Darwin tomara la palabra "evolución" y la soltara en el mundo. La aguda observación sobre cómo los instrumentos del hombre y la anatomía de los animales eran similares provocó debates que traspasaron los siglos y siguen siendo relevantes hoy. La idea de que nuestros ancestros pudieran ver el mundo de esta forma, sin un hashtag, es una bofetada de realidad.
Uno debe preguntarse por qué las instituciones modernas no promueven la obra de Belon con el mismo fervor que promueven sus iconos culturales preferidos. ¿Podría ser porque la independencia de pensamiento de Belon no se acomoda en el molde de lo que hoy se considera políticamente aceptable? Reflexionemos sobre la necesidad de desenterrar las verdades que nos llevan a un entendimiento más profundo del mundo, cosas que no buscaríamos en la Lupita de Google.
Pierre Belon también nos contó sobre los hábitos y costumbres de las diferentes culturas que encontró, mostrando así un respeto por la diversidad que no está mezclado con la obligación de la conformidad. Su forma de narrar los detalles y describir lo que vio fue tan meticulosa como inspiradora. ¿Han visto un viaje "bloguero" moderno describir una cultura extranjera sin una pizca de superioridad moral? Lo dudo.
Hoy vivimos tiempos donde la extravagancia superficial copa las estanterías de las librerías y las redes sociales. Sin embargo, obras como las de Belon nos recuerdan un tiempo más erudito, uno donde el conocimiento y la observación eran honrados por el bien de la humanidad. Lo que encontramos en sus escritos es un mensaje atemporal: el verdadero entendimiento del mundo no vendrá de aquellos que solo escuchan lo que quieren escuchar.
"Observaciones" de Belon es una llamada para aquellos que son verdaderamente curiosos acerca del mundo que los rodea. Si alguna vez se encuentran en la posición de desafiar el pensamiento predominante, recuerden a Belon, quien hizo justamente eso, y en su humildad, nos entregó una pieza literaria digna de reflexión. Así que mientras los gritones se encargan de la estridencia, los verdaderos buscadores de la sabiduría se deleitan en las obras que desafían el statu quo, como la de este antiguo sabio que aún tiene mucho que enseñarnos.