¿Historia o Espectáculo? La Verdadera Lucha en NXT TakeOver: WarGames 2017

¿Historia o Espectáculo? La Verdadera Lucha en NXT TakeOver: WarGames 2017

NXT TakeOver: WarGames 2017, celebrado en Houston, rescató tradición y emoción, demostrando que la lucha verdadera prevalece sobre el espectáculo vacío.

Vince Vanguard

Vince Vanguard

Si creías que el 2017 no podía tener más drama después de un año tan políticamente cargado, entonces NXT TakeOver: WarGames vino para probarte equivocado. Este evento de lucha libre profesional, organizado el 18 de noviembre de 2017 en el Centro de Toyota en Houston, Texas, trajo consigo la electricidad y fervor que solo los verdaderos amantes de este deporte pueden entender. Fue un hito que volvió a presentar el formato de WarGames después de casi dos décadas de ausencia, gracias a la visión del emblemático Paul "Triple H" Levesque, un verdadero conservador de la tradición del wrestling que sabe cómo equilibrar el respeto por el pasado y el entretenimiento sin explotar a las masas al estilo liberal.

¿Qué hace que un evento como este sea tan electrizante? ¡Aquí te dejo el análisis sincero y directo que tanto esperabas!

  1. El Resurgir de WarGames: WarGames no es solo un combate más; es una experiencia inmersiva. Cerrado dentro de dos jaulas de acero, requería la estrategia y agresividad cruda que las generaciones actuales apenas conocen. Ver a The Undisputed Era, Sanity y el equipo de Roderick Strong enfrentarse en este formato era como revivir el glamur del pasado en una época donde la espectacularidad parece dominar sobre la esencia.

  2. Sangre nueva, misma tradición: NXT TakeOver ha sido un bastión en la formación de nuevos talentos desde su creación. A diferencia de otros eventos donde lo antiguo, con trajes de luces y pompas sin sentido, tienen relevancia, aquí los jóvenes luchadores como Adam Cole, Eric Young y Roderick Strong demostraron la voluntad y destreza que les coloca como los herederos del legado, sin desmedir su carácter.

  3. La emotividad de Velveteen Dream vs. Aleister Black: Este enfrentamiento no solo giró en torno a la habilidad física. Dream, con su extravagante carisma, trató de seducir a Aleister Black para que lo reconociera. Un acto que podría entenderse como una directa metáfora de una juventud que busca validación en lugares equivocados. Y, por supuesto, Black le dio su merecido, mostrando cómo el enfoque y la determinación prevalecen sobre el ruido vacío.

  4. La grandeza de Ember Moon: No fue solo la coronación, sino una demostración de que el compromiso y entrega rinden frutos. Su camino hacia el título femenino mostró que en el cuadrilátero, como en la vida real, las recompensas solo se obtienen a través del esfuerzo constante.

  5. Johnny Gargano contra Pete Dunne y la escena británica: Hablar del Campeonato del Reino Unido es hablar de la sofisticación dentro del caos, algo que parece resonar particularmente bien con las personas firmes y tradicionales. Gargano y Dunne trajeron ese aire de nobleza dura que falta en muchas áreas de entretenimiento hoy.

  6. Originalidad, pero con sentido: En un momento donde muchos abogan por romper moldes, en NXT se respira integridad. Cada pelea, cada movimiento y cada caída tienen un propósito claro y no están allí simplemente para atraer a votantes indecisos con brillos y fuegos artificiales.

  7. Camino de los Guerreros vs. el sabor del Main Roster: Mientras otros se centran en la espectacularización de feudos de corta duración, TakeOver: WarGames nos recordó la importancia de la narrativa a largo plazo. Este enfoque no solo realza la emoción de la rivalidad, sino que solidifica la conexión entre el luchador y la audiencia.

  8. El Honor de Liderar – Peyton Royce: ¿Has visto cuántos pesan sobre la belleza solo por su apariencia? Royce nos mostró discurso con sustancia a través de su participación en la lucha de fatal 4, donde se definió mucho más que por su físico.

  9. Drew McIntyre contra Andrade “Cien” Almas: La caída de McIntyre ante Almas no fue más que un recordatorio de que incluso en derrota, la dignidad y el legado pueden mantenerse intactos si se actúa con convicción.

  10. La implacabilidad de William Regal: Como gerente en jefe, Regal mantiene la tradición donde estándares altos y decisiones impopulares son parte del juego, y se atreve a imponer mano firme cuando es necesario, reflejando un liderazgo que sabe distinguir lo esencial de lo superficial.

NXT TakeOver: WarGames 2017 no solo fue un retorno triunfal a una modalidad casi perdida en el tiempo, sino un esfuerzo por reafirmar que el wrestling, como cualquier arte, debe fundamentarse en autenticidad y respeto por la audiencia y la tradición, por encima de los caprichos de lo políticamente correcto.