En un mundo donde el sentido común muchas veces brilla por su ausencia, llega 'No Llames a Esto Amor' para recordarnos que no todo lo que brilla es oro. Este libro, escrito por Alejandro Ordáz en 2023, pretende abordar una crisis de valores que sucede en las parejas de hoy, saturadas por tanta corrección política y la cultura de lo políticamente aceptable. Ordáz, un escritor con un enfoque sensato, explora cómo las relaciones han sido contaminadas por ideologías progresistas que buscan redefinir lo que debería ser algo tan simple y puro como el amor. Se desarrolla en el contexto moderno, principalmente en sociedades urbanas donde el liberalismo hace y deshace a su antojo.
Este es uno de esos libros que incomodan a muchos. Ortodoxo en su planteamiento, no tiene miedo de desmenuzar las narrativas actuales. Porque, seamos sinceros, clasificar cualquier tipo de interacción humana como 'amor' para validar decisiones cuestionables es una distorsión del término. Hoy en día escuchamos frases como "amor fluido" o "amor libre," cuando, en realidad, esas definiciones confunden más de lo que esclarecen, desenfocando la verdadera comprensión de amar y ser amado.
Lo que ha hecho Alejandro Ordáz es poner en evidencia las inconsistencias de un discurso que, aunque se vanagloria de ser inclusivo, es destructivo para el núcleo básico y fundamental de la sociedad: la familia. Al transmutar el amor en algo que puede ser manipulado a placer por el zeitgeist, se fragiliza el tejido social, se retrocede en estabilidad emocional y se erosiona la confianza básica necesaria en cualquier relación significativa.
Aunque algunos pueden interpretar este planteamiento como retrógrado, revisitar y fortalecer valores tradicionales podría ser exactamente lo que necesitamos para restaurar el equilibrio en un mundo agitado. Esta falta de equilibrio es evidente en cómo se maneja el compromiso hoy en día, donde "te quiero" a menudo se convierte en "te quiero por ahora". Las promesas son tan efímeras como un tweet y los corazones se rompen con la misma ligereza con que se pasa al próximo perfil en una aplicación de citas.
El libro también nos recuerda que no se trata de demonizar la libertad individual, sino de comprender la diferencia entre libertad y libertinaje, entre lo efímero y lo duradero. Ordáz destila lo que muchos piensan en silencio pero pocos se atreven a decir: que a veces, las decisiones que se pintan como liberadoras son, en realidad, limitantes y autodestructivas.
'No Llames a Esto Amor' es una obra que recoge estos pensamientos y los presenta de manera incisiva. Algunos dirán que va demasiado lejos. Sin embargo, ignorar estas cuestiones cruciales podría llevarnos por un camino sin retorno, uno donde nuestros hijos crecerán sin entender los valores de responsabilidad y dedicación que hacen prosperar a nuestro mundo.
La obra también desentraña cómo conceptos tradicionales como el matrimonio y la monogamia ahora son a menudo vistos como reliquias del pasado, y cómo esta visión alimenta un ciclo interminable de rupturas emocionales que separan más de lo que unen. La promesa de rebelarse contra lo establecido, promovida a menudo por una agenda de pseudo-intelectuales, termina por dejarnos vacíos y desorientados.
Ordáz no solo critica la narrativa progresista, sino que ofrece un llamado a despertar para quienes quieren construir un futuro en el que el amor verdadero representa compromiso genuino y sacrificio por el bien del otro. Porque solo entonces se podrá preservar aquello que realmente importa: la estabilidad de la familia, la honestidad en las relaciones y el propósito de construir juntos.
Este libro toca una fibra política y cultural sensible. En una época caracterizada por la hipocresía despiadada, presentar una crítica tan descarada hacia los nuevos paradigmas se ve como un acto de valentía. Esto además provoca una reacción visceral, una rebelión contra la narrativa que sugiere que todo es, de repente, negociable y alterable sin repercusiones.
'No Llames a Esto Amor' incita a la reflexión sobre las verdades que algunos prefieren no discutir. Esencialmente, la obra es un llamado a retornar a una moralidad donde el amor se viva, se sienta y se entienda de manera auténtica. Un manifiesto que pretende remarcar que no todo vale en nombre del supuesto amor moderno. Porque al final del día, lo que está en juego es mucho más significativo de lo que las etiquetas actuales quieren hacernos creer.