Imagina una empresa de videojuegos que no sigue las reglas del juego. Eso es NeocoreGames, fundada en Hungría en 2005. Conocidos por sus videojuegos innovadores, NeocoreGames emerge desafiando a la industria al enfocarse en la calidad y la creatividad por encima del mainstream. Su enfoque destila un espíritu conservador que se aleja de las tendencias efímeras que los liberales sueñan. Se trata de una empresa que al final del día mantiene el enfoque en lo que importa: crear juegos sólidos que entretienen y perduran.
La industria del videojuego está llena de estudios que producen títulos clónicos, pero NeocoreGames toma un camino diferente. Para empezar, pongamos nuestras cartas sobre la mesa: su serie de juegos más famosa, The Incredible Adventures of Van Helsing, demuestra que pueden combinar de manera magistral la narrativa con el gameplay sofisticado. A diferencia de otras compañías que siguen los caprichos del progresismo, NeocoreGames se centra en mecánicas de juego profundas y envolventes. La serie Van Helsing es un claro ejemplo de esto, con su rica ambientación y personajes bien desarrollados que capturan la esencia del folklore y la magia.
Mientras que algunas empresas se preocupan por meter contenido políticamente correcto en sus juegos, NeocoreGames prefiere centrarse en la jugabilidad. Así es. El jugador siempre está al mando, sin ser forzado a tragarse ideologías. Este respeto por el usuario es una bocanada de aire fresco que resalta en un mundo cada vez más homogéneo. La saga King Arthur tampoco se queda atrás; fusiona estrategia, rol y aventura en un continente mítico donde las decisiones tienen peso real. Esta visión clásica pero moderna de contar historias resuena con aquellos que valoran la originalidad y las historias bien construidas que apelan a los instintos humanos básicos: épica, conquista, supervivencia.
La base misma de NeocoreGames está cimentada sobre valores que podrían enseñar una o dos cosas a sus contrapartes más ruidosas en Silicon Valley. Mientras otros optan por temas efímeros y políticamente superfluos, NeocoreGames piensa en lo que hará a los jugadores volver, una y otra vez, al calor de su ordenador o consola. También están firmemente arraigados en su operación, manteniéndose fieles a sus raíces húngaras y proporcionando una visión diferente en la creación de videojuegos que simplemente funciona.
Por supuesto, la compañía no es perfecta. El manejo de franquicias a menudo supone retos, pero NeocoreGames ha demostrado ser lo suficientemente adaptable para refinar y reinventar. Warhammer 40,000: Inquisitor – Martyr es otra gema de su repertorio, una expansión de la plataforma Steam que combina su amor por la narrativa con un universo ya querido por millones. Aquí, la habilidad de Neocore para innovar brilla una vez más: un juego de rol de acción que trasciende lo habitual para crear una experiencia única para los aficionados.
Junto a la innovación, NeocoreGames apuesta por la accesibilidad económica de sus títulos. Mientras los gigantes como Ubisoft y EA apuestan por transacciones micro y precios en ascenso, NeocoreGames se mantiene justo, brilla por su ausencia de esas tácticas y, a menudo, ofrece promociones irresistibles que acentúan su filosofía orientada al jugador.
En un sector donde la mediocridad suele imponerse por encima de la calidad, no cabe duda de que NeocoreGames representa un rayo de esperanza y al mismo tiempo, una bofetada a las convenciones. Así que, cuando estés buscando un título que valga la pena añadir a tu colección, recuerda a NeocoreGames. Curiosamente, son aquellos que menos proclaman lo que más tienen por ofrecer.