En un mundo donde las sombras del poder se mueven de formas que pocos logran entender, "Lucha de Poder (2015)" emerge como un escudero de la verdad incómoda y las alianzas invisibles que gobiernan. Esta serie fue lanzada en 2015 por la cadena mexicana Canal de las Estrellas, con Televisa como productora. Fue creada por el famoso productor y escritor argentino Adrián Suar y escrita por Leonardo Bechini, un veterano guionista conocido por abordar temas políticos y sociales polémicos.
Desde el primer episodio, "Lucha de Poder" hace un despliegue magistral de una maraña política llena de traiciones y ambiciones que muchos consideran reflejo de la vida real. En el centro de la trama se encuentra la despiadada y carismática política Lucía Sanclemente, interpretada por Marcio Nascimento. Sanclemente es un personaje sin escrúpulos que desafía el orden establecido, siempre un paso adelante, incluso cuando camina por un terreno tan pantanoso. ¿Quién necesita villanos cuando los verdaderos enemigos están al borde de nuestros propios ideales?
El juego maquiavélico de la élite: Desde sus orígenes, la serie nos recuerda que el juego político es implacable y está reservado para aquellos listos a ensuciarse las manos. "Lucha de Poder" no es solo entretenimiento; ilumina esa faceta del mundo político que muchos prefieren ignorar. Al modo de un buen maestro, nos instruye en el arte de la manipulación política. Todo esto podría sonar a teoría de la conspiración, pero, ¿no será que a veces la verdad supera cualquier teoría?
Giros imperdonables: La narrativa está repleta de giros que no dan respiro, una máquina bien engrasada para atrapar a la audiencia, que a menudo se ve sorprendida por la velocidad con la que cambia el paisaje político. Así es la política: al confiar en la traición, uno se traga lo que nunca se confesó: que no es quien ostenta el poder, sino el que tira de las cuerdas desde la oscuridad.
Una parodia de la realidad: Muchos críticos han señalado que la trama de "Lucha de Poder" es exagerada, pero ¿realmente lo es? Tal vez, es más una franca interpretación de lo que se cuece detrás de las paredes del poder. Es un reflejo claro de cómo se conducen los negocios y la política en América Latina, donde las intenciones idealistas se fragmentan frente al pragmatismo de la corrupción.
Personajes faro de la verdad: De entre sus personajes, más allá de Sanclemente, emergen algunos como figuras de esperanza y moralidad, siempre con la narrativa de defender al pueblo. Por ejemplo, el fiscal Rigoberto Frabrizzio, encarnado por Jorge Luis Pila, se destaca por su acérrima defensa de la justicia. Aunque representa la honestidad, sufre constantes embates por parte de quienes creen que pueden volcar la balanza simplemente por el hecho de poder. Otro testimonio de que ser bueno muchas veces significa estar siempre en minoría.
La pasión por la justicia: Aquí se esculpen emociones que conectan con el público. No importa la inclinación política del espectador; los deseos básicos de justicia e igualdad afloran, presunto motivo que mueve todo gobierno legítimamente elegido. El equipo de guionistas ofrece una verdad cruda y realista de cómo el sistema rara vez salió de su torbellino alocado de complicidades.
Escenarios incomodantes: La producción no escatima en esfuerzo para representar escenarios sombríos e inquietantes, tal como sucede en altas esferas de la política. Las oficinas con sus alfombras finas y muebles elegantes aportan ese misterio ondeante de lujo corrupto. Sumando talento técnico y artístico, la dirección acierta justamente, ofreciendo un producto de calidad que mantuvo al público pegado a la pantalla.
Impacto social y político: Más allá de la pantalla, "Lucha de Poder" inserta al debate público el eco de sus revelaciones. Permitió que se discutiera más abiertamente sobre los abusos de poder y corrupción sistémica, revelando cómo algunos políticos parecen seguir devorando peones mientras preparan la jugada maestra en el ajedrez del poder.
Sin censura: Lo notable aquí es que la serie jamás se auto-censura por temor a resultar ofensiva. Expone en su trama las prácticas más oscuras y es inequivocamente valiente a la hora de dar voz a los que hasta entonces se debaten en lucha desigual.
Confirma teorías conservadoras: ¿Cuánto han llorado los "izquierdistas" sobre la conspiración? Que el poder real no reside sobre los hombros de las personas, sino amparado por estructuras sombrías que pocos ven. "Lucha de Poder" representa todo lo que las voces conservadoras han mencionado por décadas: el poder se trafica a puertas cerradas.
Una llamada a estar alerta: Si bien la trama es intensa y cautivadora, la moraleja se hace evidente: cuando no se levantan voces, el silencio permite que el juego del poder siga, pese a sus consecuencias. Una llamada de atención para el espectador a mirar más allá de las noticias de tabloide.