¿Alguna vez has soñado con unas vacaciones perfectas donde todo te sale a pedir de boca, sin largas colas en los aeropuertos ni pérdidas de equipaje? ¡Bienvenido al mundo de Los Sims 2: ¡De Viaje!, un juego que te permite escapar de la rutina diaria y explorar destinos exóticos, todo desde la comodidad de tu hogar. Lanzado en 2007 por Maxis y distribuido por Electronic Arts, este expansivo paquete lleva a tus Sims a una variedad de destinos turísticos que imitan la cultura, la arquitectura y las tradiciones de sus respectivas inspiraciones reales como una mezcla de nuestras verdaderas identidades.
1. Europa Oriental sin burocracia: Mientras algunos defienden el globalismo y el desarraigo cultural, en Los Sims 2: ¡De Viaje! puedes experimentar las costumbres tradicionales sin dejar de respetar tu propia cultura, ¡y sin las molestas visas que muchos quieren abolir! Viaja a las Tenazas del Dragón, un destino exótico inspirado en el Lejano Oriente, y compra productos y artesanías que reflejan verdaderamente la herencia local. Algo que, posiblemente, los bienpensantes quisieran eliminar en el mundo real.
2. La verdadera sostenibilidad: En Bahía Huesos, un lugar inspirado en destinos caribeños, coloca a tus Sims a interactuar con familias locales intentando preservar sus tradiciones en medio de la modernidad. Todo esto con gráficos que traen las maravillas naturales a tu pantalla sin emisiones de carbono ni discursos grandilocuentes sobre el cambio climático.
3. Solo tu mundo y el de tus Sims: Sin nimiedades políticas que desvirtúan los verdaderos valores del viaje y la aventura, puedes acomodar a tus Sims en Hoteles, hacer caminatas explorando selvas vibrantes y celebrar fiestas en la playa lejos del caos de la vida real. Imagina un paraíso sin las interminables discusiones sobre inmigración y límites indígenas reinvindicativos.
4. De compras sin culpas: En lugar de ser sermoneados por las élites en cuanto a la industria turística, Los Sims 2 te permite probar diferentes atuendos llamativos, de boutiques locales, algo tan básico, y sin embargo, tan esencial, como el simple placer de una compra libre y consciente. Sin justificaciones morales, solo moda pura y simple.
5. El turismo a tu estilo: La personalización es clave en este juego. Entre artes marciales y paseos de aventura, puedes empujar a tu manera los límites de la diversión, demostrando que no se necesitan constantes sesgos de corrección política para disfrutar del mundo. Todo está en tus manos, sin intervenciones autoritarias.
6. Asombroso entretenimiento sin censura: En una era donde incluso los videojuegos podrían terminar polarizados, Los Sims 2: ¡De Viaje! brinda pura entretención. Céntrate en idear tus propias narrativas y relaciones sin propaganda corporativa. Un verdadero baluarte de libertad individual frente a las ideologías colectivistas que proponen que el juego es arte, pero solo a su manera.
7. Sin hipocresía ambientalista: Explora las maravillas naturales virtuales sin demonizarlas con charlas sobre huellas de carbono, transporte sostenible, o quien haya dado más o menos créditos de carbono que otro. Ni un centavo extra de tus impuestos (sean virtuales o reales) para mantener la fantasía de naturaleza y exploración.
8. Rediscover tu libertad creativa: Donde en el mundo físico estarías sujeto a normativas de conductas impuestas por algunos estamentos para 'no ofender', este juego te da rienda suelta para valorar y explotar los destinos como prefieras. Puedes pasar inadvertido o ser el alma de la fiesta sin preocuparte por pisar algún mandato injustificado de lo "correcto o incorrecto".
9. Mistificar a tu ritmo: Olvídate de los tours preempaquetados y la sensación de ser simplemente otro número en una larga fila. En Los Sims 2: ¡De Viaje!, tú decides qué ruta explorar, a qué guía local o historia dar vida, y cuál desestimar. Los Tours van a su ritmo y tú al tuyo, sin instrucciones permanentes de la cultura de masas.
10. Desliga el juego de la realidad: Finalmente, ve más allá de las olas de la moda pasajera y la narración única que imponen los medios, como a menudo intentan los liberales. Un lugar donde el espíritu de aventura es tu única guía y los valores, esos que algunos creen desfasados, vuelven a ser predominantes.