Los Malos: La Sátira que Desafía el Establecimiento

Los Malos: La Sátira que Desafía el Establecimiento

La serie de libros *Los Malos* de Lucas Beltrán desafía la corrección política, presentando un mundo donde los malos son héroes incomprendidos. Este vistazo a la sociedad actual seguro causa revuelo.

Vince Vanguard

Vince Vanguard

Si te consideras un guerrero de la justicia social, los libros de la serie Los Malos no están hechos para ti. Esta osada serie de libros, escrita por el autor conservador Lucas Beltrán, nos presenta un mundo donde la corrección política es una broma de mal gusto y los aparentemente ‘malos’ son en realidad héroes incomprendidos. Publicados principalmente durante la última década en diferentes partes de América Latina, estos libros han generado controversia y admiración por igual. La serie explora el valor de desafiar al poder—particularmente cuando aquél poder tiene una inclinación política que favorece lo descabellado.

Primero, es esencial reconocer que Los Malos no tiene miedo de meterse en aguas turbulentas. Cada personaje es un reflejo afilado de las contradicciones y excesos del mundo moderno. En una sociedad donde la cultura popular tiende a idolatrar a figuras artificialmente construidas por las plataformas de Silicon Valley, el trabajo de Beltrán alienta al lector a pensar por sí mismo, a preguntarse quién realmente define lo que es bueno y lo que es malo.

Lucas Beltrán ha construido un universo literario que desafía la narrativa de victimización que tanto se promueve hoy en día. En su lugar, sus personajes toman las riendas de sus destinos, luchan contra la opresión del colectivismo y abrazan las virtudes del esfuerzo individual. Este mensaje resuena potentemente, y si estás cansado de las constantes quejas del mundo moderno, esta serie ofrece un soplo de aire fresco.

El estilo narrativo de Beltrán es audaz e ingenioso. No necesita adornar sus palabras con eufemismos para dejar en claro su punto: el problema del mundo no son los hombres de negocios ricos o los amantes de la libertad individual, sino aquellos que ven ofensivas a la libre expresión y las opiniones disidentes. Así, los personajes en Los Malos son razonados individuos que a menudo se encuentran en situaciones cómicas, pero completamente reveladoras sobre la hipocresía de sus oponentes.

Además, la importancia de contar con un autor de esta índole en el panorama literario radica en su habilidad de fomentar un diálogo que se rehúsa a ser silenciado. Las ideas escasean en un mundo donde criticar a ciertos grupos puede costarte el ajuar. Beltrán, en cambio, nos recuerda que la verdadera libertad ideológica reside en desafiar lo que la sociedad nos ha hecho creer. Puede que moleste a algunos, pero esa es precisamente su intención: provocar una autorreflexión donde menos la esperamos.

En lo que respecta a la configuración de este complejo universo, Beltrán hace un trabajo magistral. La geografía de los cuentos es variada, llevándonos desde el agrario corazón de Centroamérica hasta las bulliciosas ciudades del mundo moderno. Estos escenarios no solo dan vida a sus personajes, sino que también sirven como metáforas potentes de la lucha cotidiana entre el individuo y la masa confundida.

En una era en la que el relativismo moral reina unas veces con mano de hierro, otras veces con caprichosa condescendencia, los libros de Beltrán ofrecen un refugio; un espacio donde se desafían los dogmas y se celebra la autenticidad. Lo que hace a Los Malos realmente válida es precisamente esa misma autenticidad. No se trata de una apología de la infamia, como sus críticos pretenden afirmar, sino de una defensa de la capacidad humana de cuestionar lo impuesto como verdad indiscutible.

Pudiera parecer que esta serie es un culto a lo que otros definen como incorrecto, pero lo cierto es que está lejos de ser el caso. Lucas Beltrán simplemente sostiene un espejo a una sociedad que ya no se molesta en mirar. En ocasiones, los personajes emplean estrategias poco ortodoxas, nada más para recordar que son los individuos autónomos aquellos que mueven el mundo hacia adelante.

No todos están preparados para este tipo de literatura, claro está. Es probable que algunos simplemente prefieran guarecerse en la seguridad de ser parte del llamado ‘lado correcto de la historia’. Mientras tanto, los que sí deciden aventurarse en las páginas de Los Malos van descubriendo, a su propio ritmo, que lo correcto, lo incorrecto, e incluso lo moral, dependen más de la narrativa que de las normas impuestas.

Los Malos es la serie que no sabías que necesitabas. Un homenaje a la audacia de pensar diferente, Beltrán reta a los lectores a cuestionar aquellos relatos cómodamente aceptados. Si más personas probasen su lectura, quizá nos daríamos cuenta de que la valentía consiste más en desafiar el pensamiento conjunto que en someterse a él. En estas páginas, los llamados ‘malos’ pueden ser precisamente aquellos héroes que nuestra época tantas veces olvida.