¿Quién necesita una discusión acalorada sobre política cuando pueden disfrutar de otra emocionante temporada de Ley y Orden? Estrenada el 27 de septiembre de 2017, la temporada 19 de esta icónica serie de crímenes y drama de NBC llegó para encender las pantallas de televisión en hogares de todo el mundo. La ciudad de Nueva York sigue siendo el telón de fondo, donde la fiscalía y la policía enfrentan casos inspirados en los titulares más polémicos y actuales. Esta temporada está especialmente cargada de episodios que no solo atrapan, sino que ponen el dedo en la llaga de temas complicados que dividen a la sociedad.
Pero, ¿qué hace que la temporada 19 sea tan especial? Quizá sea la audaz elección de llevar el drama al siguiente nivel, tocando campos políticamente sensibles. ¿Y los resultados? Episodios que despiertan la mente mientras te hunden en los cómodos cojines de tu sofá, disfrutando de las tragedias ajenas sin dejar de cuestionar las verdades incómodas de nuestra sociedad.
Esta temporada destaca por integrar en su narrativa algunos de los mayores debates contemporáneos que queman como un polvorín. Ejemplos concretos: desde la inmigración, pasando por el acoso sexual, hasta el uso excesivo de la fuerza policial. Y no como libritos de moral, sino representando escenarios complicados que obligan a los personajes, y a ti como espectador, a la reflexión.
¿Acaso hay mejor manera de disfrutar que ver cómo la serie desmantela conceptos que muchos prefieren mantener en la oscuridad? Este viaje de 24 episodios lleva al extremo aquello que hizo brillante a Ley y Orden: ofrecer un lienzo donde las normas chocan con la ambigua moralidad del mundo moderno.
En este contexto cargado de justicia dramatizada, el personaje del detective Dominick 'Sonny' Carisi Jr., interpretado por Peter Scanavino, se consolida como un pilar firme y, a menudo, una voz de razón frente a la locura. Mientras tanto, el siempre presente Olivia Benson, el emblema de la tenacidad, sigue liderando con fuerza el Escuadrón de Víctimas Especiales, arrojando luz sobre la oscuridad que todavía se cierne alrededor de muchos de los casos reales en los que se inspira la serie.
Y, en medio de tanta trama convincente, los guionistas despliegan con destreza los ingredientes habituales de esta franquicia: diálogos impactantes, un ritmo electrizante, y los giros inesperados que nos han mantenido al borde del asiento por años. Hay un ingrediente en particular que vale la pena destacar: las actuaciones. La calidad de los actores sigue proporcionando otra capa de realismo que, en muchas ocasiones, supera las meras expectativas del espectador promedio.
Por supuesto, esta serie siempre ha sido experta en convertir temas de la vida real en una obra maestra del entretenimiento. Y temporada tras temporada, mantiene su capacidad de sacudir conciencias sin llegar a rehuir del entretenimiento al que diariamente recurrimos para escapar del bullicio de nuestras propias vidas.
Hay algo gratificante en ver productores y guionistas que no ceden al camino fácil del sermón plano. Y es que, en esta temporada, si algo queda claro es que Ley y Orden no ofrece respuestas fáciles para un mundo que rara vez es blanco o negro. Aunque, eso sí, anima a sentarse en casa a reflexionar mientras se sigue entregando al drama necesario.
Para quienes vemos en la televisión no solo un portal de escapismo, sino una oportunidad para explorar y debatir moralmente los sucesos que afectan nuestro día a día, la temporada 19 de Ley y Orden es un deleite que no te puedes perder. Este es un gran recordatorio de cómo un medio de comunicación como la televisión no solo puede informarnos, sino también desafiar nuestras percepciones al tiempo que nos mantiene irremediablemente entretenidos.