La Producción del Tiempo: Una Farsa Progresista

La Producción del Tiempo: Una Farsa Progresista

Critica la idea progresista de que el tiempo es una construcción social y su impacto en la lógica y el orden social.

Vince Vanguard

Vince Vanguard

La Producción del Tiempo: Una Farsa Progresista

¡El tiempo es oro! O al menos eso dicen. Pero, ¿qué pasa cuando los progresistas deciden que el tiempo es una construcción social? En un mundo donde la lógica parece haberse desvanecido, la izquierda ha decidido que el tiempo, como lo conocemos, es una herramienta de opresión. En 2023, en las universidades de la costa oeste de Estados Unidos, se está enseñando que el tiempo lineal es una invención occidental que perpetúa la supremacía blanca. ¿Por qué? Porque, aparentemente, cualquier cosa que tenga un origen en la civilización occidental es automáticamente sospechosa.

La idea de que el tiempo es una construcción social es solo otro intento de los progresistas de desmantelar las estructuras que han mantenido a la sociedad funcionando durante siglos. En lugar de aceptar que el tiempo es una medida objetiva que nos ayuda a organizar nuestras vidas, prefieren verlo como una herramienta de control. Según ellos, el tiempo lineal es una imposición cultural que ignora otras formas de entender el mundo. Pero, ¿realmente necesitamos más caos en nuestras vidas?

La noción de que el tiempo es opresivo es ridícula. El tiempo es una constante universal que afecta a todos por igual, sin importar raza, género o religión. Sin embargo, los progresistas insisten en que debemos "deconstruir" nuestra comprensión del tiempo para ser más inclusivos. ¿Qué significa eso? ¿Deberíamos dejar de usar relojes y calendarios? ¿Deberíamos permitir que cada individuo decida su propia percepción del tiempo? Esto no solo es impráctico, sino que también es una receta para el desastre.

La obsesión de la izquierda con deconstruir todo lo que consideran "normativo" es un síntoma de su rechazo a la realidad objetiva. En su mundo, todo es relativo y nada es seguro. Pero la vida no funciona así. Necesitamos estructuras y normas para mantener el orden y la coherencia. Sin ellas, nos enfrentamos al caos y la anarquía. El tiempo es una de esas estructuras fundamentales que nos permite planificar, coordinar y vivir en sociedad.

Además, la idea de que el tiempo es una construcción social ignora siglos de avances científicos y tecnológicos. La medición del tiempo ha sido crucial para el desarrollo de la civilización. Desde la agricultura hasta la exploración espacial, el tiempo ha sido una herramienta esencial para el progreso humano. Descartar su importancia es un insulto a todos aquellos que han contribuido al avance de la humanidad.

Por supuesto, los progresistas argumentan que su enfoque es más inclusivo y respetuoso con otras culturas. Pero, en realidad, están promoviendo una visión del mundo que es confusa y desorganizada. En lugar de celebrar la diversidad de formas en que las diferentes culturas perciben el tiempo, prefieren imponer su propia agenda ideológica. Esto no es inclusión; es imposición.

La producción del tiempo como una farsa progresista es solo otro ejemplo de cómo la izquierda está dispuesta a sacrificar la lógica y la razón en nombre de la corrección política. En lugar de aceptar la realidad tal como es, prefieren vivir en un mundo de fantasía donde todo es cuestionable y nada es seguro. Pero la vida real no funciona así. Necesitamos el tiempo, no solo como una medida, sino como una guía para navegar por el mundo.

Así que, la próxima vez que escuches a alguien decir que el tiempo es una construcción social, recuerda que es solo otro intento de los progresistas de desmantelar las estructuras que nos mantienen unidos. El tiempo es una constante, y sin él, estaríamos perdidos.