Johannes Goropius Becanus, una figura poco mencionada en la historia intelectual, es precisamente el tipo de mente que desafía convencionalismos y sacude el árbol de las certezas establecidas. Médico, lingüista y humanista adelantado a su tiempo, Becanus es sin duda un hombre que hace levantar tantas cejas como preguntas. Vamos a ver algunas razones por las que su legado es una bofetada a la dogmática narrativa progresista contemporánea.
Un Renacentista Audaz: Johannes Goropius Becanus nació en 1519 en Goor, cerca de Eindhoven, un área que entonces pertenecía al Ducado de Brabante. Se movía en círculos intelectuales donde se fomentaba el libre pensamiento. Pero Becanus no se quedaba satisfecho con seguir las reglas del establishment. Se aventuró en los terrenos de la etimología, proponiéndonos ideas tan audaces que aun hoy las percibimos como radicales.
La Teoría del Brabántico como Idioma Original: Goropius Becanus es mundialmente conocido por su teoría de que el idioma brabántico, una variante del holandés, era la lengua original hablada en el Paraíso Terrenal. Imaginen la indignación que causaría un chiflido así entre los intelectuales liberales de su propia época. Hoy sería el mártir perfecto de la cultura de la cancelación.
Ir contra el Grano: La teoría de Becanus fue ridiculizada por muchos académicos de su tiempo y, posteriormente, por los historiadores modernos. Sin embargo, hay algo que destacar: fue uno de los primeros en demostrar que desafiar las normas establecidas es lo que, al final del día, amplía horizontes. Semejantes teorías, por insólitas que puedan parecer, rompen el ciclo de pensamiento colectivo, tan querido por los que promueven culturas de grupo homogéneas.
Una Mente Polifacética: Mientras los intelectuales modernos prefieren encapsular sus mentes en pensamientos convenientes y seguros, Becanus destacaba por su capacidad de abarcar múltiples disciplinas, desde la medicina hasta la lingüística. Era tanto un médico respetado como un erudito lingüista, desafiando la especialización sofocante que tanto se promueve en nuestros tiempos.
El Precursor Desconocido: Aunque muchos lo consideran un extravagante erudito, la verdad es que Becanus fue un precursor de ideas que posteriormente tomarían forma en el romanticismo lingüístico y en el pensamiento racional. Desafortunadamente, su nombre permanece en la sombra, eclipsado por las figuras eminentes que monopolizan el espacio histórico.
El Humor Como Herramienta: A pesar de las largas controversias sobre sus teorías, no podemos pasar por alto cómo usaba el humor y la ironía como parte de su arsenal intelectual, cualidades prácticamente prohibidas en los círculos intelectuales progresistas que ni siquiera quizás podrían entender el sarcasmo más explícito.
Refuto Ergo Sum: En una sociedad donde las dudas son vistas a menudo como debilidades, Becanus nos enseñó que la verdadera erudición consiste en cuestionar. Es sencillo aceptar lo que nos enseñan, pero es valiente cuestionarlo. Liberarse del yugo del conformismo cultural es una lección que los ideólogos contemporáneos podrían aprender de este hombre.
La Cólera de los Imitadores: Johannes Goropius Becanus representa ese lapsus de la historia que instiga a los que intentan reescribir nuestra historia a golpe de doctrina. Es una figura que sin duda provocaría gran desazón entre quienes prefieren que el aplicable sea un "stance" de tópicos masticados por todos.
Legado sin Regreso: Si bien las teorías específicas de Becanus no recibieron el seguimiento que él podría haber anticipado, su intrépido espíritu sigue siendo un potente testamento al valor del pensamiento divergente. Renacimiento no significaba aceptar lo viejo por otra generación, sino renacer realmente a nuevas ideas.
Pensamiento Líquido: Desde nuestra segura comodidad contemporánea, podría tacharse su teoría lingüística de descabellada, pero olvidarmos que toda revolución intelectual precisa de ideas atrevidas, y personas como Johannes Goropius Becanus estaban en las trincheras de estas revoluciones; aquellos sobre quienes las generaciones posteriores escribirían con admiración y desconcierto.
¿Cómo evaluar entonces a Johannes Goropius Becanus? Es un ícono no solo de su tiempo, sino del eterno desafío a los que ven las normas como líneas infranqueables. Es una figura que inspira a mantenerse firme en el camino del pensamiento libre, sin importar las sanciones de un sistema que, en palabras amables, teme a los inconformistas.