¡La vida es como un juego de ruleta rusa, lleno de sorpresas donde solo los valientes prosperan! "Intenta, Intenta, Intenta" es el lema que nos mueve a explorar el mar de oportunidades en este mundo donde quienes no se rinden, verdaderamente ganan. Todos enfrentamos obstáculos, pero aquellos que insisten son los que dejan una huella imborrable.
¿Qué pasa cuando te enfrentas a un fracaso? Algunos se sientan y lloran en una esquina, otros simplemente se levantan, sacuden el polvo y lo intentan otra vez. Los triunfadores nunca nacieron con un mapa que les dijera el camino correcto. Ellos crearon su propio camino, tomando cada error como una lección. Este espíritu de intentarlo sin miedo al fracaso lleva al éxito en cualquier campo, ya sea en los negocios, la política, o en la vida personal.
Los que siempre intentan son como los exploradores de antaño, aquellos que se atrevieron a cruzar grandes océanos sin un destino claro, como Cristóbal Colón desembarcando en América en 1492. No lo logró de inmediato, pero su empeño cambió el curso de la historia. En el mundo actual, dominado por lo políticamente correcto y las microagresiones inventadas, tenemos que aferrarnos a este espíritu de perseverancia más que nunca.
Pero, ¿de dónde viene este deseo de intentarlo repetidamente? La respuesta es simple: la evolución. Los que sobrevivieron fueron aquellos que nunca se rindieron ante un desafío. Esto ha sido el motor de la humanidad desde el principio de los tiempos. Huir nunca fue una opción; hoy no debería ser diferente.
Intenta, porque aquellos que lo hacen, se elevan por encima de la mediocridad y dejan una marca tangible en la sociedad. Un gran ejemplo es Elon Musk, quien con su tenacidad demostró que incluso los sueños más grandes se pueden alcanzar. Después de múltiples fracasos con SpaceX, él continuó intentándolo. Ahora es un ícono empresarial mundial.
En cambio, hay cierto grupo que predica que podemos evitar el fracaso simplemente apostando por caminos más fáciles en la vida. Digamos que quienes promueven esta narrativa a menudo desean una sociedad más dependiente y menos resiliente. ¡Un horror! El progreso nunca fue alcanzado por comodidad. Siempre fue el resultado de intentos audaces, fallos monumentales, y increíbles remontadas.
Intentar significa aceptar la responsabilidad de nuestros actos, algo que al parecer se está volviendo un bien escaso. Nuestras acciones, nuestras decisiones deben ser nuestras, y el estilo de vida "trabaja duro, juega duro" siempre será superior a esperar que otros resuelvan nuestras vidas.
La perseverancia es algo que muchos admiran pero pocos pueden dominar. No se trata de suerte, se trata de un esfuerzo consciente, continuo, y fiel a tus principios. Es lo que te lleva a la cima, donde las vistas son majestuosas y solo reservadas para aquellos que no dejaron de intentarlo, nunca retrocedieron ante un desafío, y nunca dependieron de las migajas de otros.
La vida no es para quienes esperan que el cambio les llegue. Sino para aquellos que siguen intentándolo, los que no pierden su tiempo lamentando lo que salió mal. Estos son los pioneros, quienes al cometer errores, aprenden y mejoran.
¿Qué será de quienes siempre intentan? Prosperarán, eso está claro. Mientras otros se adormecen en la comodidad, ellos siempre avanzan hacia sus metas. En un mundo que se inclina hacia la comodidad superficial, intentarlo una y otra vez será siempre el camino preferido por los valientes. En este juego llamado vida, ganar no siempre está garantizado, pero intentar es la única forma de tener una auténtica oportunidad.