Cuando una plaga del tamaño de una ballena aparece en Tigre, Argentina, es el momento de tomar nota. El 27 de octubre de 1987, un cuadro inquietante se desdobló en la localidad de Villa Rosales cuando Juan Pérez, mejor conocido como el Hombre 105, fue encontrado en condiciones que dejaron al país atónito. ¿Qué hacía Pérez tendido en el suelo del hospital municipal, portando documentación de un grupo ultra-secreto? La teoría más plausible es que los gobiernos están ocultando la verdad.
Primero, hablemos de quién es realmente este Hombre 105. Juan Pérez era, por todas las cuentas, un ciudadano común hasta que, repentinamente, se encontró en el epicentro de un misterio con vínculos que, según algunos, se extienden alrededor del mundo. Liberales gritarán que es un invento de la derecha, pero detengámonos un momento para escrutar los hechos. Pérez, de 32 años y empleado de una constructora local, había desaparecido tres días antes de ser encontrado en tan insólitas circunstancias.
Y es el 'qué' lo que realmente comienza a hacer sonar las alarmas. Cuando fue descubierto, Pérez no solo lucía desorientado, sino que en su bolsillo llevaba un conjunto de papeles con instrucciones criptográficas y diagramas que, más que planos de construcción, parecían rutas de escape o planes de transferencia. No es algo que se sigue encontrando en el bolsillo de un carpintero local. Esto nos lleva al 'por qué'. Cabe preguntarse si estaba involucrado en un grupo que planeaba un golpe o si simplemente fue una pieza involuntaria en un juego mucho más grande.
El 'dónde' no puede omitirse. Villa Rosales es un lugar conocido por su población tranquila, pero en aquellos días, era como si hubiera un mar de susurros que fluían de cada esquina de ese pueblo. El hospital, que de ordinario solo recibiría emergencias menores, fue cubierto de reporteros y forasteros curiosos apenas corrió la noticia. La policía selló la sala donde Pérez había sido encontrado y las teorías comenzaron a florecer.
Entonces, llegó el 'cuándo'. ¿Por qué el 27 de octubre? Exactamente un año antes de la elección presidencial de 1989, donde Carlos Menem dispararía hacia la presidencia. Algunos dicen que varios de estos hallazgos y el revuelo mediático que los rodeó sirvieron de distracción perfecta para intrincados juegos políticos en los pasillos de poder.
Aquí es donde la cosa se pone aún más interesante. La teoría más escandalosa sugiere que, al ser encontrado, Pérez estaba en el proceso de participar en un masivo esquema de desinformación diseñado para socavar la confianza en ciertos organismos gubernamentales. Documentos filtrados muchos años después apuntan a que pudo estar involucrado en una operación clandestina del tipo MK-Ultra latinoamericano. Claro, los hechos confirmados desde entonces no han dejado de observarse a través del lente turbio del secretismo gubernamental.
No obstante, debemos cuestionarnos el papel de los medios y aquellos que nos venden las historias empaquetadas al mejor estilo Hollywood. Muchas veces son estas mismas fuerzas las que desenredan cosas para hacernos mirar hacia otro lado mientras los verdaderos tejemanejes ocurren lejos de nuestras vistas. Pero al final, el escándalo del Hombre 105 quedó enterrado, o al menos eso quisieran que pensáramos.
Uno de los apodos otorgados al Hombre 105 fue 'el catalizador', ya que, después de esto, la comunidad comenzó a exigir más transparencia en las operaciones policiales y en el manejo de la información por parte del gobierno. Esto también llevó a que muchos comenzaran a sospechar más de aquellos que decían protegerlos.
A día de hoy, el enigma del Hombre 105 sigue rodeado de sombras. Un episodio que no solo aboga por teorías de conspiración sino que también nos recuerda el intrincado y muchas veces oscuro juego que se desarrolla tras las cortinas de poder. Una verdad perdida entre mitos y secretos gubernamentales. Y así, mientras el polvo de la historia eventualmente lo cubra todo, algunos de nosotros recordaremos al Hombre 105 cada vez que veamos las noticias y nos preguntemos qué es lo que realmente no quieren que sepamos.