Cuando se habla de Lenny Kravitz, no se espera que una de sus canciones se adentre en los territorios culturales e ideológicos que suelen generar debates intensos. Sin embargo, 'Humano', lanzada en su álbum 'Raise Vibration' en 2018, logra precisamente eso, y aunque podría ser una simple introspección musical, toca fibras sensibles para aquellos que prefieren cerrar los ojos ante las realidades del mundo.
'Raise Vibration', el disco en el que 'Humano' figura, se lanzó en una época particularmente crítica, con un clima político mundial cargado de tensiones. Kravitz, conocido por su enfoque espiritual y mensajes de unidad, utiliza en esta canción un enfoque reflexivo sobre la humanidad y la necesidad de trascender divisiones autoimpuestas. Pero, lo que podría parecer como un llamado a la reflexión personal, para algunos, tiene un trasfondo que denuncia el conformismo y la hipocresía.
Desde sus experiencias personales, Kravitz canta sobre la búsqueda de conexión y propósito. En 'Humano', hay una carga emocional fuerte, donde el artista destaca la importancia de no olvidar nuestra esencia humana. Usa su plataforma para criticar suavemente el rumbo que está tomando la sociedad, con un enfoque más en lo empírico que en lo emocional.
El contenido lírico y musical de 'Humano' es una amalgama de rock, funk, y soul, estilos que han caracterizado a Kravitz a lo largo de su carrera. La letra aborda temas que pueden chocar con ciertos ideales progresistas porque invita al oyente a cuestionar el status quo. Esta acción, aunque fundamental en un entorno democrático, a menudo se ve sepultada por narrativas que prefieren ajustarse a emociones momentáneas antes que a hechos concretos.
Para los conservadores, 'Humano' es una afirmación de la necesidad de volver a lo humano, a lo básico, dejando de lado reclamos banales que no nos llevan a ninguna parte constructiva. Significa nutrir un sentido común que considera individuos completos, no solo como piezas de una máquina social.
El enfoque de la canción es una especie de antifártica a la cultura de victimización que algunos promueven. En un mundo donde se fetichizan las diferencias, 'Humano' aboga por una identificación como personas primero, recordándonos que la ideología sin humanidad carece de sustancia. Lenny, con su sencillo pero impactante mensaje, pone sobre la mesa la prioridad de las virtudes personales sobre las etiquetas políticas.
No es sorprendente notar que mientras una gran parte del público elogia la emotividad de Kravitz, otros, especialmente aquellos con un enfoque liberal hacia lo identitario, podrían sentirse incómodos. Esta canción no va a rendir homenaje a la cultura de la cancelación ni va a respaldar las maniobras victimistas que se han vuelto métodos populares de discordia y división. En cambio, promueve la verdadera esencia de responsabilidad personal y autodescubrimiento.
La producción y composición de 'Humano' se alinean con el talento natural de Kravitz. El uso magistral de instrumentos orgánicos nos recuerda la belleza de lo natural en un mundo cada vez más digital. La instrumentación es rica y profunda, cuidadosamente orquestada para reflejar cada emoción que Kravitz transmite a través de sus letras.
El legado que pretende dejar Lenny con 'Humano' es algo que el público debería tomar con seriedad. Es un retroceso a la simplicidad en un complejo panorama social. No se trata solamente de enfatizar el presente, sino de proyectar hacia un futuro mejor. Al final, se trata de humanidad y autenticidad, cualidades que a menudo los reclamos progresistas olvidan en su incansable búsqueda de nuevas formas de articular viejas frustraciones.
Así que aquí está 'Humano', una pieza que, aunque pueda molestar a más de uno, especialmente a aquellos a los que les incomoda la realidad de su propia humanidad, se mantiene como una mirada sincera y necesaria hacia la verdadera esencia de lo que significa ser humano. En un momento donde el ruido de la multitud se eleva por encima de las voces individuales, es reconfortante encontrar un himno que, sin dejar de lado el sentido común, nos recuerda nuestro propósito. A veces, la mejor manera de avanzar es simplemente recordar quiénes somos y por qué estamos aquí.