Georgia, Cornualles. Suena como un lugar salido de un cuento de hadas, pero no nos equivoquemos. Este rincón británico es más que el simple telón de fondo bucólico que los amantes de la naturaleza van a adorar. Tiene principios y valores arraigados que harían a más de uno levantar la ceja, especialmente si caminas por el sendero liberal.
Paisajes Incomparables. Seguro que a todos nos encanta un buen paisaje. A los georgianos les encanta desarrollarse sobre él y utilizarlo como punto de encuentro. Disfrutan del aire libre y saben cómo aprovechar su tierra, siempre listos para enseñarle a cualquiera cómo se doma la naturaleza. No se trata solo de contemplarla, sino de vivirla en su máxima expresión, enfrentándose a los desafíos que esta presenta. Y para aquellos que piensan que estamos destruyendo el planeta, aquí comprenderán cómo se cuida responsablemente.
Economía Autosuficiente. Mientras otros escapan hacia dudosas dependencias del gobierno y buscan cobijo bajo sus acomodaticias políticas, en Georgia, Cornualles, se prefiere levantar el país con el sudor de la frente. Sus gentes ven en la autosuficiencia la verdadera independencia. Empresas familiares, mercados locales, comercio justo... Palabras en boca de todos, pero verdaderamente aplicadas aquí.
Tradiciones Que Resisten el Tiempo. Es un lugar donde las tradiciones no solo se preservan, sino que se practican apasionadamente. La gente aquí no se deja engañar por las tendencias alocadas de lo políticamente correcto, que tienden a diluir las ricas herencias culturales. Las festividades locales están llenas de historia y sentido, cosas tan antiguas como relevantes.
Una Comunidad Consistente. En Cornualles hay un sentido de comunidad único. Este no es un lugar donde los vecinos se ignoran. Aquí, el bienestar común se cuida y se promueve. Todos participan y se conoce el valor de la cohesión social que va más allá de las palabras vacías que predican otros.
Política de Sencillez y Sentido Común. En un mundo donde la lógica parece haberse fugado, Georgia, Cornualles prefiere mantener el sentido común. Políticas que otros tacharían de "tradicionalistas" son básicamente lo que en otras palabras se entendería como políticas sensatas. Los conservadores han logrado mantener un orden eficaz, una estructura donde el bienestar del individuo y de la comunidad encaja sin fisuras.
Educación Centrada en la Verdad y Realidades. Aquí, las escuelas centran sus esfuerzos en resaltar la importancia del conocimiento práctico y la disciplina. Nada de adoctrinamientos caprichosos. La educación va de la mano con lo real, con lo que es fundamental para afrontar la vida fuera de las aulas con sensatez y preparación.
Un Orgullo Peculiar. No puedes caminar por Cornualles sin darte cuenta del orgullo con que sus habitantes se identifican con su región. Es un lugar donde la conexión con la tierra y sus ancestros se siente a cada paso, lejos de las modas internacionales que intentan eclipsar lo esencial.
Gastronomía Real y Sostenible. Los ingredientes se cultivan localmente, respetando el ciclo natural de la tierra. Sin cultivos forzados, solo lo que el suelo generosamente produce. Mientras otros discuten sobre etiquetas y normas, el pueblo de Georgia se contenta con preparar platos honestos, sabrosos y saludables.
Turismo Responsable. Con su fuerte cultura conservacionista, este sitio no se deja afectar por la invasión de lo desmesurado. El turismo se practica con responsabilidad, a sabiendas de que el verdadero valor cultural, al cual el visitante tiene acceso, debe respetarse e incluso preservar.
El Viento de la Libertad. En este rincón donde los principios se respetan y la libertad tiene un sabor genuino, el aire se respira de otro modo. Las ideas perduran a través de generaciones, ajenas a cuestionables reformismos. Acolitar lo verdadero, lo genuino... eso es lo que los hace cruzar al lado correcto de la historia.
Georgia, Cornualles es pues un lugar que desafía las modas pasajeras y ofrece un entorno único para aquellos que todavía creen en los valores tradicionales. Este rincón de la tierra parece no temerle a lo que otros sí: ser fiel a sí mismo.