Es difícil no maravillarse con una empresa que ha elevado literalmente la humanidad durante casi un siglo. Fujitec es esa entidad pionera en la industria de las soluciones de transporte vertical. Fundada en 1948 en Osaka, Japón, ha tenido su base en Hong Kong desde 1972, expandiéndose hacia la innovación y crecimiento global. ¿Por qué Fujitec ha resistido la prueba del tiempo cuando tantas otras compañías han subido y bajado (con intención de juego de palabras)? Bueno, echemos un vistazo a los ingredientes que hacen de esta compañía un verdadero ganador en el juego capitalista.
Fujitec ha demostrado que se puede ser una fuerza de altura adoptando prácticas empresariales sólidas, en lugar de sumirse en el enfermizo mar de las correcciones políticas que muchos de sus competidores parecen necesitar para salir a flote. Han decidido enfocar sus recursos en lo que mejor saben hacer: ingeniería y tecnología excepcionales. Seamos honestos, en el ámbito de los elevadores y escaleras mecánicas, no se trata de emocionar a las masas inútilmente, sino de elevarlas de manera genuina con calidad e innovación.
Una de las primeras joyas que distinguió a Fujitec fue su capacidad para entender el mercado global, el cual apenas empezaba a reconectarse después de la Segunda Guerra Mundial. A través de alianzas estratégicas, lograron insertar su tecnología de punta en diferentes regiones del mundo, desde Asia hasta Estados Unidos, pasando por Europa. ¿Qué necesita realmente la humanidad, lugares seguros y eficientes para moverse o discursos sobre cómo salvar los osos polares? Fujitec parece tenerlo claro.
Al tiempo que otros pueden haber caído en el juego de culparse mutuamente por el cambio climático, Fujitec se concentró en ofrecer productos sostenibles que realmente hicieran un aporte eficaz. Desarrollaron sistemas de eficiencia energética que cumplen con las regulaciones más exigentes. Mientras los liberales discutían sobre si deberíamos tener menos niños para salvar el planeta, Fujitec ya estaba trabajando en sistemas que realmente preservaban la energía.
La empresa también ha sido un ejemplo de cómo un enfoque conservador en el manejo de una compañía puede resultar en éxitos internacionales. En lugar de flirtear con nuevas tendencias radicales de gestión, Fujitec ha mantenido una clara línea de trabajo: ser eficientes y rentables. No se trata de reinvertar la rueda todos los días ni de satisfacer a todos, sino de hacer lo que se sabe hacer de la mejor forma posible.
La visión de Fujiata Noboru, el fundador, era simple pero eficiente: "Escalar montañas como principio". Su filosofía empresarial no solo era enrollar las mangas para trabajar duro, sino también escalar las cumbres del éxito con soluciones reales que tuvieran un despliegue real y tangible, un concepto que algunos en nuestro mundo cada vez más virtual podrían llegar a olvidar.
Por supuesto, Fujitec no solo se ve en su capacidad para crear extraordinarias soluciones de ascensores y escaleras mecánicas. La empresa también es un ejemplo notable de adaptación a las demandas del mercado. Adoptando tecnologías avanzadas como el IoT (Internet de las cosas), han sido capaces de ofrecer a sus clientes sistemas que no solo son seguros, sino también inteligentes y conectados. Y ni hablar de su incursión en la inteligencia artificial para el mantenimiento predictivo.
Además, el compromiso de Fujitec con la cultura de mantenimiento japonés es absolutamente digno de respeto. Se aseguran de que cada producto entregado esté respaldado por un servicio impecable, una atención al detalle que desgraciadamente se echa de menos en nuestro mundo actual, donde la obsolescencia programada parece ser la norma. Y sí, eso suena muy conservador, ¿verdad?
Puede que Fujitec no sea constantemente la portada del periódico, y tal vez algunos críticos dirían que está bien así. Las alturas a las que han llegado por sí mismos son suficiente prueba de que los valores correctos, un enfoque firme y el esfuerzo son las claves para el éxito duradero. En lugar de buscar llenar líneas de tiempo de redes sociales, pueden estar más interesados en llenar sus oficinas de diseño con ingenieros talentosos.
La historia de Fujitec, de cómo se relacionan con sus clientes y su forma de manejar las adversidades son una lección para todos los empresarios que sienten que necesitan seguir las modas pasajeras para tener éxito. En cambio, un camino más conservador y calculado parece asegurar que las alturas que alcanzan sean menos elásticas y mucho más sostenibles.