Expresso Bongo: La banda sonora que desafiaba lo convencional

Expresso Bongo: La banda sonora que desafiaba lo convencional

Un EP trance que revolucionó la música británica en 1959. 'Expresso Bongo' desafió normas y encendió el espíritu de una generación.

Vince Vanguard

Vince Vanguard

Es curioso cómo una simple EP puede remecer a toda una generación, llevarles el ritmo y ponerlos a bailar fuera de lugar. "Expresso Bongo", ese mini LP que apareció en 1959, fue toda una revolución. Creado en el candente entorno cultural del Reino Unido, en un Londres que hervía de cambio, música y transgresión, este EP está íntimamente ligado al film del mismo nombre. Cliff Richard y los Shadows no solo pusieron su talento, sino su esencia en un disco que rompía con las melodías melosas de la década anterior, para dar un paso osado hacia el rock-n-roll.

¿Quién no se dejaría seducir por el sonido electrizante de "Love", la canción más popular del disco? Captó la atención no solo por su ritmo contagioso, sino por lo que representaba: la juventud encontrando su propia voz entre la cacofonía de conformismo que dominaba la cultura musical previa. Este EP fue lanzado en el momento justo, cuando los jóvenes clamaban por algo diferente, por algo que no fuese la enésima canción almidonada que no expresaba el espíritu de la época. Y Richard, la cara fresca de esa nueva ola, no defraudó.

Si alguien podía protagonizar una revolución sonora era él. Mientras los Beatles aún gestaban su leyenda, Cliff Richard ya lideraba el cambio con este EP. La música no existía en un vacío; "Expresso Bongo" salió del 1959, una época tan fascinante como convulsa, una era que desconcertaría a cualquier que se aferrase a ideas tradicionales. Los 50s se debatían entre el ayer y el mañana, y este disco pisaba fuerte hacia el futuro.

Las canciones del EP, como "A Voice in the Wilderness" y "The Shrine on the Second Floor", no fueron solo melodías pegajosas. Eran la declaración firme de que el Reino Unido podía hacer música que no solo fuese comercial, sino también crítica y atrevida. En el panorama musical de esa década, las letras tenían que tener un sentido, una declaración casi política de lo que significaban.

¡Ay de aquellos que pensaban que la música era solo diversión! En "Expresso Bongo", cada riff de guitarra, cada batería retumbante, retaba a una sociedad que se acostumbraba a lo cómodo e inofensivo. Hablamos de una composición con carácter, que, aunque breve, dejó huella. Que osadía de los productores de la película y el EP, mezclar los estilos de Broadway con rock, mostrando a todos que el arte puede ser libre y audaz.

La importancia de este EP no estaba en vender miles de copias, sino en abrir la escena musical. Ver al "Expresso Bongo" como un simple acompañamiento de la película homónima, sería obviar su impacto en la esfera mayor del rock británico. Cuando alguien escucha este disco, se traslada a un tiempo donde ser joven significaba ser desacatado y desobediente, donde la música era más que sonidos: era un cambio de mentalidad. Al igual que otras obras artísticas de esa época, rompió esquemas conservadores (para el disfrute de algunos y ante el desconcierto de otros).

Por ello, no es de extrañar que Cliff Richard y los Shadows marcaran un antes y un después. Podríamos llamarlo una evolución sonora, en la que el público dejó de conformarse con lo que había, ansiando siempre ir más allá. Desde las sombras del auge Beat, Cliff y sus compañeros en el crimen musical consolidaron una base sólida para lo que vendría.

"Expresso Bongo" es un testimonio. Es parte de la historia del rock británico; un recordatorio para los conservadores que saben que a veces, se debe dejar que el caos de la juventud sacuda un poco las piernas del mundo para que éste despierte y reconozca que hay música más allá de lo establecido. En este disco, como en todo buen arte que desafía el convencionalismo, el verdadero valor reside en su atrevimiento.

Hoy en día, puede que algunos, en especial aquellos inclinados a intelectuales debates que muchas veces miran de soslayo a la autenticidad, no vean más que una vieja grabación en "Expresso Bongo". Pero entre acordes desafiantes y letras agudas, se encuentra un universo que merece ser redescubierto. Porque, al final, la juventud y la música no tienen por qué bailar al ritmo de nadie; su mejor paso es el que trazan ellos mismos.