Ernst Winkler no es solo otro nombre más en un libro de historia europeo. Ernst fue un economista alemán influyente y un defensor apasionado de las políticas económicas conservadoras que retumbó en los círculos académicos de la Alemania post-Segunda Guerra Mundial. Durante la década de 1950, en Alemania, Winkler desafió la miseria económica abogando por un enfoque basado en la austeridad fiscal y la responsabilidad financiera, algo que hoy en día ciertos críticos podrían menospreciar como "anticuado". Ahora, antes de que los liberales empezaran a despotricar sobre sus ideales, Winkler ya estaba calculando su impacto a largo plazo, fomentando crecimiento económico sin las ataduras del endeudamiento desenfrenado.
Lo realmente fascinante es cómo Winkler abogó por el equilibrio económico desde su academia un tanto desapercibida, mientras que los ideólogos a su alrededor, encantados con los cantos de sirena de las políticas del gasto, lo veían como fuera de lugar. Hoy debemos preguntarnos, ¿qué habría pensado Ernst cuando los gobiernos contemporáneos parecen gastar sin freno? Quizás afirmaría con determinación que uno no puede simplemente imprimir dinero sin consecuencias. Su legado persiste en aquellos q que todavía creen en la disciplina fiscal. Y aunque ignorado punzantemente por ciertas narrativas, su eco resuena en aquellos que todavía levantan la bandera del conservadurismo económico.