Históricos Triunfos y Verdades del Equipo Femenino DePaul Blue Demons 2017–18

Históricos Triunfos y Verdades del Equipo Femenino DePaul Blue Demons 2017–18

La temporada 2017-18 del equipo de baloncesto femenino DePaul Blue Demons fue una clase magistral en tenacidad y destreza, destacando en medio de una sociedad obsesionada con el drama político irrelevante.

Vince Vanguard

Vince Vanguard

La temporada 2017-18 del equipo de baloncesto femenino DePaul Blue Demons fue como una tormenta perfecta que sacudió las canchas del baloncesto universitario. Este equipo de guerreras, liderado por la inquebrantable entrenadora Doug Bruno, se convirtió en una fuerza imparable dentro de la Big East Conference. Pero ¿quién está realmente prestando atención a los logros deportivos en una sociedad obsesionada con el drama político irrelevante?

Durante la temporada, que transcurrió entre finales de 2017 y principios de 2018, las Blue Demons rompieron moldes al diagramar lo que se podría considerar una clase magistral en tenacidad y destreza en la cancha. El equipo jugó en el Wintrust Arena de Chicago, un escenario que pronto resonaría con las ovaciones de un público cautivado por cada jugada, cada tiro y cada vez que el nombre de las DePaul Blue Demons se pronunciaba.

Primero, hablemos de la calidad competitiva que le inyectaron a la temporada. Este equipo destacó con un impresionante récord de 27 victorias y apenas 8 derrotas. Dentro de la conferencia Big East, lograron un récord fenomenal de 15-3. Esto no fue simple coincidencia; es el resultado de un enfoque estratégico de juego que bien podría hacerle crecer el cabello a cualquier 'analista político' que cree que sabe de trabajo en equipo.

Segundo, Marcuasanta Gráfica del delantera Chante Stonewall, quien se ganó su lugar como uno de los nombres a tener en cuenta. Stonewall promedió alrededor de 10 puntos por juego y se aseguró de que aquel talento recibiera los reflejos necesarios. Pero ¿dónde queda la cobertura mediática para estas verdaderas heroínas cuando se gastan horas en rencillas políticas?

Tercero, el enfoque inquebrantable fue un factor decisivo. No solo jugaron en su propio terreno, también tomaron desafíos lejos de casa y regresaron victoriosas. Viajar, jugar y mantener ese nivel de concentración es algo difícil, pero parece más fácil que navegar los intrincados caminos del 'protestar por protestar'.

En cuarto lugar, el torneo a nivel nacional NCAA fue otra oportunidad para que este equipo demostrara su valía. Aunque no llevaron el título a casa, lograron llegar a la segunda ronda del torneo, cayendo contra A&M de Texas, un equipo muy fuerte. Pero eso no es un fracaso; es una oportunidad de crecimiento que no será glorificada en los noticieros obsesionados con agendas políticas.

Quinto, no podemos pasar por alto el liderazgo de entrenadores como Doug Bruno. Este tipo de liderazgo férreo y claro no es solo inspirador; es el tipo de fortaleza que cualquier grupo necesitaría para triunfar en un mundo complicado y competitivo. Capaz que algunos 'analistas' podrían aprender un par de cosas.

Sexto, la capacidad de incluir a los jugadores más nuevos en cada equipo es un detalle crítico. Las Blue Demons incluyeron a talentos frescos que, bajo presión, demostraron estar a la altura de las circunstancias. Este enfoque audaz podría arrasar con cualquier discusión sobre lo que significa realmente "diversidad" y "oportunidades" en el campo de prueba más legítimo de todos: la cancha.

Séptimo, la capacidad del equipo para mantener un nivel de rendimiento alto fue espectacular. Ya sea en noches claras o en días con nubarrones sobre el estadio, esta vida deportiva no tiene cabida para excusas. Sería interesante ver cómo algunos 'expertos teóricos' manejan esa presión en su rutina diaria.

Octavo, el público que las apoyó durante toda la temporada también merece una mención. Aunque el ambiente cultural prefiere el sonido de un teclado detrás de una computadora, los hinchas de las Blue Demons llenaron la arena con una pasión casi palpable que resonó en cada rincón del lugar.

Noveno, las emociones colectivas y el sentido de comunidad que se producen alrededor de un equipo de baloncesto femenino tan emblemático, como son las Blue Demons, no encuentran justo rival en los debates estériles de aquellos que priorizan las ideas irracionales sobre la verdadera acción comunitaria.

Por último, esta temporada extraordinaria es un recordatorio contundente de la habilidad humana, del esfuerzo y el logro que ocurre cuando la atención se centra en superarse y no en despilfarrar tiempo en trivialidades políticas. Es hora de reducir el ruido y enfocarse en lo que realmente trae valor a nuestras vidas: compromiso, sacrificio y el bienestar del espíritu humano, perfectamente ejemplificados por el equipo femenino DePaul Blue Demons 2017–18.