¡El cine mudo que los progresistas no quieren que veas!

¡El cine mudo que los progresistas no quieren que veas!

Descubre cómo la película muda 'Enoch Arden' desafía las narrativas modernas al resaltar valores tradicionales y la dirección pionera de D.W. Griffith.

Vince Vanguard

Vince Vanguard

¡El cine mudo que los progresistas no quieren que veas!

En 1915, en la era dorada del cine mudo, se estrenó "Enoch Arden", una película que, aunque olvidada por muchos, sigue siendo un testimonio de los valores tradicionales que algunos prefieren ignorar. Dirigida por el legendario D.W. Griffith y protagonizada por Lillian Gish, esta obra maestra del cine temprano se filmó en los Estados Unidos y se basa en el poema de Alfred Lord Tennyson. La historia sigue a Enoch Arden, un marinero que, tras un naufragio, regresa a casa después de años para encontrar que su esposa se ha vuelto a casar. ¿Por qué es relevante hoy? Porque desafía la narrativa moderna de que todo debe ser desechado y reemplazado por lo nuevo.

Primero, hablemos de la dirección de Griffith. Este director no solo fue un pionero del cine, sino que también fue un defensor de los valores familiares y la moralidad. En "Enoch Arden", Griffith nos muestra la importancia de la lealtad y el sacrificio personal, conceptos que hoy en día parecen estar en peligro de extinción. Mientras que el cine contemporáneo a menudo glorifica el egoísmo y la gratificación instantánea, esta película nos recuerda que hay cosas más grandes que uno mismo.

La actuación de Lillian Gish es otro punto a destacar. Gish, conocida como la "Primera Dama del Cine", ofrece una interpretación conmovedora que resalta la fortaleza y la resiliencia de las mujeres de su época. En lugar de retratar a una mujer que se rinde ante la adversidad, Gish nos muestra a una esposa que lucha por su familia y su felicidad, incluso cuando las circunstancias son difíciles. ¿Dónde están esos personajes femeninos hoy en día? Parece que han sido reemplazados por caricaturas que solo buscan el empoderamiento superficial.

La ambientación de la película también merece mención. Filmada en locaciones naturales, "Enoch Arden" nos transporta a un tiempo en el que la conexión con la naturaleza era parte integral de la vida diaria. Hoy, en un mundo dominado por la tecnología y el consumismo, hemos perdido esa conexión. La película nos recuerda que hay belleza y simplicidad en la vida que no se puede encontrar en una pantalla de smartphone.

El guion, basado en el poema de Tennyson, es una oda a la perseverancia y al amor verdadero. En una época en la que las relaciones se rompen al primer signo de problemas, "Enoch Arden" nos enseña que el amor verdadero requiere esfuerzo y dedicación. Este mensaje es más relevante que nunca, ya que vivimos en una sociedad que a menudo valora la conveniencia sobre el compromiso.

Por último, pero no menos importante, está el impacto cultural de la película. "Enoch Arden" fue un éxito en su tiempo y ayudó a establecer el cine como una forma de arte legítima. Sin embargo, hoy en día, parece que solo se recuerda a Griffith por sus controversias, mientras que su contribución al cine y a la cultura se pasa por alto. Es hora de reconocer que, aunque no era perfecto, Griffith jugó un papel crucial en la historia del cine.

En resumen, "Enoch Arden" es más que una simple película muda; es un recordatorio de los valores que una vez definieron nuestra sociedad. En un mundo que parece haber perdido su rumbo, tal vez sea hora de mirar hacia atrás y aprender de las lecciones del pasado. Así que, la próxima vez que busques algo para ver, dale una oportunidad a "Enoch Arden". Podrías encontrar más sabiduría en sus imágenes en blanco y negro que en cualquier blockbuster moderno.