¿Quién hubiera pensado que una banda tan influyente como Chic lanzaría un álbum en vivo en el famoso Budokan de Tokio? Pues sí, así fue. En el año 1996, Nile Rodgers y Bernard Edwards, fundadores de Chic, decidieron llevar su estilo único de disco-funk hasta Japón, y nos dejaron 'En Vivo en el Budokan', un álbum que une lo mejor del alma disco con la personalidad arrolladora del público japonés. Fue allí, en un lugar conocido más por sus noches de rock y heavy metal, donde estos titanes del funk demostraron que la buena música no tiene fronteras ni etiquetas.
Una cosa que este álbum nos recuerda es el impacto duradero de la música disco que surgió en la década de 1970. En una era donde cierto sector de la sociedad quisiera borrar cualquier indicio de éxitos pasados porque consideran que todo lo nuevo es mejor, Chic nos recuerda que hay cosas que resisten al tiempo por una buena razón. 'Le Freak', la emblemática canción que no puedes resistir bailar aunque te falte ritmo, se hizo un himno y en este álbum, no pierde ni un solo ápice de su energía original.
El Budokan suele ser un lugar para música más "seria", lo que hace que la elección de Chic para tocar aquí sea un golpe maestro. Es un reto a la norma, una patada al tablero que sostiene la pedantería solo por el bien de la pedantería. La música de Chic sigue siendo relevante, pero más importante aún, sigue siendo divertida. El bajo de Bernard Edwards suena más fuerte que nunca, y la guitarra de Rodgers sigue tejiendo esa magia que, de una manera casi subversiva, también invita a la pista de baile a los más recatados.
Al escuchar este disco, uno puede casi imaginarse pegado a una máquina del tiempo, regresando a una fiesta en un club de discoteca donde los trajes de poliéster y las bolas de espejo eran la norma. Pero el hecho de que esté grabado en un recinto tan icónico como el Budokan le añade otra capa de intriga. Este evento en Japón no solo fue una simple presentación musical, sino casi un acto diplomático; una alianza forjada en las pistas de baile, rompiendo barreras culturales al ritmo del funk.
Habrá quienes digan que escuchar un álbum así es "pasado de moda". Pero eso solo significa que, como siempre, no entienden el poder eterno de un buen groove. Los 70 fueron una década que la música disco definió, y Chic fue uno de sus embajadores más prominentes. Su sonido era sofisticado y social, una combinación que siempre pone nervioso a más de uno, pero que da en el clavo en cuanto a lo que se quiere decir.
Este trabajo es una lección sobre cómo el arte verdadero no tiene por qué ser alterado al ritmo de las modas pasajeras. Chic llegó al Budokan para hacerse valer, y lo lograron con creces. Sumergirse en las ondas sonoras de este álbum en vivo es enfrentarse a una elección: dejarse llevar por la ola mágica del pasado, o pretender que lo antiguo no tiene valor. No es una guerra generacional, sino un recordatorio de cómo el talento genuino rompe todos los esquemas.
Decir que Chic es meramente una "banda de disco" sería quedarse cortos. Son unos revolucionarios musicales a los que no les importaron los parámetros establecidos en su momento. En lugar de eso, hicieron lo que mejor les salió: buena música que resiste al paso del tiempo. 'Good Times', otro de esos clásicos indispensables, hace eco en cada rincón del Budokan, probado que el alma de las canciones resuena entre culturas.
En un tiempo donde algunas voces desean reescribir el pasado bajo una nueva luz, es refrescante recordar cómo bandas como Chic tienen un legado que permanece intacto. Rodger y Edwards demostraron que la distancia entre Nueva York y Tokio no es nada cuando se trata del lenguaje universal de la música.
A veces, mientras escuchamos y absorbemos música de antaño, cometemos el error de pensar que su mensaje está obsoleto. Aquí, en este álbum grabado en Japón, la emoción es tangible, el ritmo es incendiario, y la nostalgia no es solo un sentimiento, sino una experiencia. Así que la próxima vez que alguien te diga que el funk está muerto, puedes simplemente hacerles escuchar este álbum de Chic para recordarles lo equivocados que están.
'En Vivo en el Budokan' no es solo un álbum más para los amantes del funk y disco. Es una lección de historia encapsulada en sonidos, rescatando la esencia de una época que, a pesar de lo que digan, sigue firme en su legado.