¿Quién hubiera pensado que una jardinera podría alborotar tanto el mundo literario? Eleanor Perenyi, una mujer poco conocida pero extraordinaria, nació en 1918 en Minneapolis y floreció en la escena literaria estadounidense con un enfoque inusual hacia la naturaleza y la política. Perenyi no solo cultivó un jardín, sino también una carrera que floreció desde su memorable libro 'Green Thoughts: A Writer in the Garden' publicado en 1981. Este clásico de jardinería conmovedor e ingenioso es una magistral mezcla de una autobiografía, un tratado botánico y una crítica social que sigue inspirando a los amantes de la fiabilidad y la cercanía a la tierra.
Llamar a Eleanor Perenyi solo una jardinera sería una falta de respeto. Ella dominó con igual destreza la pluma que la pala. Este híbrido literario nos llevó del jardín a los salones de la élite intelectual del siglo XX. Su matrimonio con un aristócrata húngaro la inmiscuyó directamente en las tensiones políticas europeas previas a la Segunda Guerra Mundial, brindándole una perspectiva única y valiosa que su libro refleja con naturalidad e ingenio.
No es frecuente que una mujer como Perenyi logre balancear tan bien la delicadeza de una rosa y la espina de la política mundial en la misma frase. Su habilidad para ofrecer observaciones rápidas y audaces sobre la vida y la política hace que tocar el tema de sus escritos parezca inherente a una conversación en un cóctel de alto perfil más que a un análisis académico. Las crónicas de jardines en sus manos se vuelven vehículos para comentarios puntuales sobre la sociedad que los rodea.
Perenyi sostenía que la jardinería debía ser una actividad a la par del arte, basada en criterios meramente estéticos y profundamente personales, en un tiempo en el que la moda era ver cualquier cosa como un reflejo político. Mientras los movimientos liberales intentaban clasificar todo en categorías insípidas, Eleanor encontraba belleza y significado en la diversidad de sus jardines, una idea que muchos podrían ver como una resistencia silenciosa a las tácticas conformistas.
Imaginemos por un momento a una mujer joven y decidida, dominando tanto la lengua como el azadón, influyendo en círculos literarios y jardineros con base en su inteligencia más que en su género. Los liberales de hoy podrían mirar de reojo las ideas de Perenyi sobre la jardinería, al verlas como muestras de nostalgia por un mundo más ordenado y tradicional.
Es hora de ser provocador: Eleanor Perenyi representa la simbiosis perfecta entre los roles tradicionales de género y la modernidad sofisticada. Con tanto ruido sobre la "igualdad", qué ironía que una pionera como Perenyi fuera capaz de empoderarse a sí misma sin renunciar a lo ‘tradicional’. Eso es verdadero empoderamiento: navegando en las aguas patriarcales sin embarcaciones especializadas ni ayudas externas.
Además de sus contribuciones literarias, Eleanor ofrecía una vision refescante sobre cómo apreciar la vida. Ella no temía desafiar los estereotipos y expectativas impuestas por una sociedad que a menudo ignora los placeres de lo sencillo y natural. Alinéate o no con sus visiones, Perenyi nos recuerda la importancia de mantener nuestras parcelas de libertad y autenticidad.
Eleanor Perenyi estará eternamente ligada a su obra magna, 'Green Thoughts', una oda a los jardines que trasciende lo pedestre para ingresar al olimpo de la literatura. Este libro no solo es una guía sobre cómo cultivar plantas, sino también plantea preguntas sobre el orden y el caos en nuestras vidas y sociedades. Como jardineros de nuestro propio destino, Perenyi nos deja en claro que nuestros pensamientos verdes bien pueden cambiar el mundo lluvia a lluvia y flor a flor.