El Último Día en la Tierra: ¿Qué Harían los Progresistas?

El Último Día en la Tierra: ¿Qué Harían los Progresistas?

Analiza cómo los progresistas podrían pasar su último día en la Tierra, enfocándose en sus prioridades y acciones ante un escenario apocalíptico.

Vince Vanguard

Vince Vanguard

El Último Día en la Tierra: ¿Qué Harían los Progresistas?

Imagina que el mundo se acaba mañana. ¿Qué harían los progresistas en su último día en la Tierra? En un mundo donde el cambio climático, las políticas de identidad y la corrección política dominan la agenda, es fácil imaginar a los progresistas corriendo en círculos, tratando de salvar el planeta con sus pancartas y hashtags. Mientras tanto, el resto de nosotros podríamos estar disfrutando de un buen filete y una copa de vino, celebrando la vida como se debe. El quién, qué, cuándo, dónde y por qué de este escenario apocalíptico es simple: los progresistas, en su afán por salvar el mundo, se olvidan de vivir en él.

Primero, los progresistas probablemente pasarían su último día culpando a todos menos a ellos mismos por el fin del mundo. Culparían a las grandes corporaciones, a los gobiernos conservadores y, por supuesto, a los que comen carne. Pero, ¿alguna vez se detendrían a pensar que tal vez su enfoque de "todo o nada" es parte del problema? En lugar de buscar soluciones prácticas, prefieren señalar con el dedo y hacer ruido en las redes sociales.

Segundo, no sería sorprendente ver a los progresistas organizando una última protesta. Porque, ¿qué mejor manera de pasar el último día en la Tierra que bloqueando el tráfico y molestando a la gente que solo quiere llegar a casa? Las pancartas dirían cosas como "Salvemos el planeta" o "El amor es amor", como si esas frases mágicas pudieran revertir el apocalipsis. Pero, al final del día, solo estarían gritando al vacío.

Tercero, los progresistas probablemente intentarían imponer su visión del mundo hasta el último momento. Intentarían convencer a todos de que el veganismo es la única forma de salvar el planeta, o que debemos desmantelar el sistema capitalista en las próximas 24 horas. Pero, ¿realmente creen que cambiar el mundo en un día es posible? Es una fantasía que solo ellos podrían imaginar.

Cuarto, en su último día, los progresistas probablemente se reunirían en sus comunidades cerradas, rodeados de personas que piensan igual. Se consolarían mutuamente, asegurándose de que hicieron todo lo posible para salvar el mundo. Pero, ¿realmente hicieron todo lo posible? O simplemente se quedaron atrapados en su burbuja, ignorando las voces de aquellos que no comparten su visión.

Quinto, los progresistas probablemente pasarían su último día en la Tierra tratando de educar a los demás. Porque, claro, en sus mentes, todos los demás son ignorantes que necesitan ser iluminados. Pero, ¿quién tiene tiempo para una lección de moral cuando el mundo se está acabando? Tal vez deberían haber pasado más tiempo escuchando en lugar de sermonear.

Sexto, no sería sorprendente ver a los progresistas tratando de hacer un último esfuerzo para salvar a los animales. Porque, en su mundo, los animales son más importantes que las personas. Pero, ¿realmente creen que salvar a un par de gatos callejeros hará alguna diferencia cuando el mundo se está desmoronando?

Séptimo, los progresistas probablemente pasarían su último día en la Tierra lamentándose por todas las injusticias del mundo. Pero, en lugar de actuar, se quedarían atrapados en un ciclo de culpa y victimización. Porque, al final del día, es más fácil que tomar responsabilidad.

Octavo, en su último día, los progresistas probablemente intentarían hacer un último llamado a la acción en las redes sociales. Porque, en su mundo, un tweet puede cambiar el mundo. Pero, ¿realmente creen que un hashtag puede detener el apocalipsis?

Noveno, los progresistas probablemente pasarían su último día en la Tierra tratando de encontrar consuelo en sus ideologías. Pero, al final del día, las ideologías no pueden salvarnos. Solo la acción real puede hacerlo.

Décimo, mientras los progresistas pasan su último día en la Tierra tratando de salvar el mundo, el resto de nosotros podríamos estar disfrutando de la vida. Porque, al final del día, la vida es para vivirla, no para lamentarse por lo que podría haber sido.