Deseo de Tuxedomoon: Un Eco Inesperado en el Rincón Liberal

Deseo de Tuxedomoon: Un Eco Inesperado en el Rincón Liberal

“Deseo” de Tuxedomoon es una declaración musical que se atreve a desafiar la corriente dominante a través de su estilo único y mensaje profundo. Con su lanzamiento en 1987, el álbum se convierte en un eco contra lo convencional.

Vince Vanguard

Vince Vanguard

¿Alguna vez has sentido el impulso de rebelarte contra las normas impuestas? Así es como Tuxedomoon nos invita a explorar su obra maestra “Deseo”, un álbum lanzado en 1987 que, con su nombre evocador en español, sorprendió al mundo musical desde el rincón alternativo de Bruselas, Bélgica. En un momento donde la música popular se veía inundada por el pop sintético de los 80s, Tuxedomoon presentó su propuesta divergente, una pieza que fusiona el cabaret, jazz, y una pizca de new wave. ¿Por qué? Porque no todo puede ser complaciente "La La Land" al estilo liberal; a veces, se necesita una sacudida.

Este álbum, compuesto por músicos como Blaine L. Reininger y Steven Brown, se distingue por su sofisticación y su complejidad. No estamos hablando de música para masas. “Deseo” es una experiencia casi teatral que exige atención y reflexión, a diferencia del ruido de fondo sin sentido que muchos prefieren. Las letras de canciones como “The Train” y “Hugs and Kisses” ofrecen un comentario social, no desde la trinchera de lo políticamente correcto, sino desde un punto de vista más matizado y sincero.

Los complejos arreglos instrumentales de “Deseo” desafían las convenciones, creando una sinfonía de sensaciones que pocos se atreven a enfrentar. Cualquiera que se aventure a escuchar puede encontrar una narrativa de deseo y búsqueda interior que resuena con aquellos capaces de ver más allá de la superficie. ¿Quién dijo que la música no puede ser una forma de rebelión contra las banalidades modernas?

Lo que hace a “Deseo” particularmente fascinante es cómo su contenido resuena aún hoy. En tiempos donde todos parecen obsesionados con encajar en el molde, Tuxedomoon nos recuerda que la verdadera originalidad no sigue tendencias preestablecidas. La banda no tuvo especial interés en ceder ante demandas comerciales y su legado es testamento de ello. Mientras algunas bandas se preocupan más por mantener a sus fanáticos contentos que por crear arte (todos sabemos a quiénes me refiero), Tuxedomoon muestra lo que significa tener integridad artística.

La producción del álbum es otro detalle que no puede pasarse por alto. Realizado en Estudios Daylight, en Bélgica, “Deseo” muestra una claridad sonora y una estructura que exudan precisión, alejándose de lo predecible. Esto es otra bofetada a la cara de la producción musical mainstream de los 80s y sigue siendo una lección para aquellos que creen que en el arte está todo dicho y hecho.

En tiempos actuales, donde muchos artistas optan por versos fáciles y políticamente correctos para no antagonizar ni desconcertar, recordamos cómo Tuxedomoon se destacaba con “Deseo”. Porque hay belleza en el riesgo, en la incertidumbre. Y esto es algo que muchos temen entender.

Finalmente, si estás buscando expandir tus horizontes musicales más allá de lo superficial, “Deseo” es un álbum que no solo desafía tus conceptos, sino que también exige una pausa para digerir lo que realmente importa en la música y en la vida. Dejemos las comodidades de lado. A veces hay que incomodar, pensar distinto y romper con aquello que nos ata a una visión limitada del mundo. Cualquier obra que nos invite a cuestionar todo lo anterior, sin lugar a duda, vale la pena ser absorbida.

Ahora, sal y escucha “Deseo”. Porque, en verdad, todos tenemos ese deseo de descubrir algo diferente, algo que los discursos corrientes pasan por alto.