¡La Locura de la Izquierda en Demre!

¡La Locura de la Izquierda en Demre!

Este artículo critica la propuesta de cambiar el nombre de Demre, Turquía, destacando las implicaciones culturales, económicas y sociales de tal decisión.

Vince Vanguard

Vince Vanguard

¡La Locura de la Izquierda en Demre!

En el pintoresco pueblo de Demre, Turquía, un fenómeno curioso ha captado la atención de todos: la obsesión de la izquierda por reescribir la historia. En octubre de 2023, un grupo de activistas decidió que era hora de cambiar el nombre de la ciudad, conocida por ser el lugar de nacimiento de San Nicolás, el verdadero Santa Claus. ¿Por qué? Porque, según ellos, el nombre actual no refleja adecuadamente la diversidad cultural y la historia de la región. ¡Vaya manera de perder el tiempo!

Primero, hablemos de prioridades. En un mundo lleno de problemas reales como la inflación, el desempleo y la crisis energética, estos activistas han decidido que lo más importante es cambiar un nombre. ¿No sería más productivo centrarse en mejorar la vida de los ciudadanos de Demre en lugar de preocuparse por un nombre que ha existido durante siglos? Pero claro, para algunos, la simbología es más importante que la realidad.

Segundo, la historia no se puede cambiar con un simple cambio de nombre. San Nicolás es una figura histórica que trasciende culturas y religiones. Intentar borrar su legado en su lugar de nacimiento es un intento descarado de reescribir la historia para que se ajuste a una narrativa moderna. ¿Qué sigue? ¿Cambiar el nombre de Roma porque alguna vez fue un imperio que conquistó medio mundo?

Tercero, el impacto económico. Demre es un destino turístico popular precisamente por su conexión con San Nicolás. Cambiar el nombre podría confundir a los turistas y afectar negativamente a la economía local. ¿Quién se beneficia realmente de este cambio? Ciertamente no los comerciantes y empresarios locales que dependen del turismo para sobrevivir.

Cuarto, la falta de respeto a las tradiciones. En un mundo donde se valora cada vez más la diversidad cultural, es irónico que se intente borrar una parte tan importante de la historia de Demre. Las tradiciones y la historia son lo que dan identidad a un lugar. Cambiar el nombre es un insulto a las generaciones que han vivido y prosperado en esta ciudad.

Quinto, el precedente peligroso. Si permitimos que un grupo pequeño de activistas cambie el nombre de una ciudad por razones ideológicas, ¿dónde se detendrá? ¿Cuántas otras ciudades y pueblos serán blanco de estos intentos de reescribir la historia? Es un camino resbaladizo que podría llevar a una pérdida masiva de identidad cultural en todo el mundo.

Sexto, la falta de consenso. Este tipo de decisiones deberían ser tomadas por la comunidad en su conjunto, no por un grupo pequeño con una agenda específica. La democracia significa escuchar a todos, no solo a los que gritan más fuerte. ¿Dónde está el referéndum? ¿Dónde está la voz del pueblo?

Séptimo, el costo innecesario. Cambiar el nombre de una ciudad no es barato. Desde nuevos letreros hasta documentos oficiales, el costo puede ser astronómico. ¿Quién pagará por esto? Probablemente los contribuyentes, que ya tienen suficientes problemas económicos.

Octavo, la distracción de los problemas reales. Mientras los activistas están ocupados con su cruzada por el cambio de nombre, los problemas reales de Demre siguen sin resolverse. Es una distracción que desvía la atención de lo que realmente importa.

Noveno, la falta de lógica. Si el objetivo es reflejar la diversidad cultural, ¿por qué no celebrar la historia de San Nicolás en lugar de intentar borrarla? Es una figura que une a personas de diferentes culturas y religiones. Cambiar el nombre no promueve la diversidad; la destruye.

Décimo, el sentido común. A veces, lo más sensato es dejar las cosas como están. Demre ha sido Demre durante siglos, y ha prosperado como tal. Cambiar el nombre no cambiará la historia ni mejorará la vida de sus ciudadanos. Es hora de que estos activistas dejen de lado sus agendas personales y se centren en lo que realmente importa.