Las Crónicas de la Ciudad Vanidosa

Las Crónicas de la Ciudad Vanidosa

La polémica sobre cambiar el nombre de Columbus Day a Indigenous Peoples' Day en Nueva York refleja un debate sobre la corrección política y la reinterpretación de la historia.

Vince Vanguard

Vince Vanguard

Las Crónicas de la Ciudad Vanidosa

En la bulliciosa ciudad de Nueva York, el 15 de septiembre de 2023, un grupo de activistas decidió que era hora de cambiar el nombre de Columbus Day a "Indigenous Peoples' Day". ¿Por qué? Porque, según ellos, Cristóbal Colón es el villano de la historia. En un mundo donde la corrección política parece ser la nueva religión, esta decisión no sorprende. Pero, ¿es realmente necesario reescribir la historia para apaciguar a unos pocos?

Primero, hablemos de la ironía. Nueva York, una ciudad construida sobre la diversidad y la inmigración, ahora quiere borrar a uno de los exploradores más famosos de la historia. Colón, quien abrió el camino para la conexión entre Europa y América, es ahora el chivo expiatorio de todos los males. ¿Qué sigue? ¿Derribar la Estatua de la Libertad porque fue un regalo de los franceses?

Segundo, la hipocresía es palpable. Mientras que algunos celebran la eliminación de Columbus Day, otros ignoran los problemas reales que enfrentan las comunidades indígenas hoy en día. En lugar de centrarse en cambiar un nombre, ¿por qué no trabajar en mejorar la educación, la salud y las oportunidades económicas para estas comunidades? Pero claro, eso requeriría esfuerzo real y no solo un cambio simbólico.

Tercero, la historia no es un buffet donde puedes elegir lo que te gusta y descartar lo que no. Colón, como todos los personajes históricos, era un producto de su tiempo. Juzgarlo con los estándares de hoy es simplemente absurdo. Si seguimos por este camino, pronto no quedará nadie en los libros de historia que no haya sido "cancelado".

Cuarto, el cambio de nombre es solo el comienzo. Hoy es Columbus Day, mañana será el Día de Acción de Gracias, y después quién sabe qué más. La cultura de la cancelación no tiene límites y siempre está buscando su próxima víctima. ¿Realmente queremos vivir en un mundo donde todo lo que no se alinea con la ideología del momento es borrado?

Quinto, la educación es la clave. En lugar de eliminar a Colón de la historia, deberíamos enseñar sobre él en su contexto completo. Reconocer sus logros y también sus errores. La historia es compleja y rica, y tratar de simplificarla para que se ajuste a una narrativa moderna es un flaco favor a las futuras generaciones.

Sexto, la libertad de expresión está en juego. Cambiar el nombre de un día festivo puede parecer inofensivo, pero es un paso más hacia un mundo donde solo una visión de la historia es permitida. La diversidad de pensamiento es lo que hace a una sociedad fuerte, y eliminar voces disidentes solo nos debilita.

Séptimo, el impacto económico. Columbus Day es un día festivo que genera ingresos para muchas pequeñas empresas. Cambiar su nombre podría afectar negativamente a estas empresas, especialmente en un momento en que la economía ya está tambaleándose. ¿Realmente vale la pena sacrificar empleos y medios de vida por un gesto simbólico?

Octavo, la tradición importa. Columbus Day ha sido celebrado durante generaciones. Es parte de la identidad cultural de muchos estadounidenses. Cambiarlo es un ataque directo a esas tradiciones y a las personas que las valoran. ¿Por qué no podemos encontrar una manera de honrar tanto a Colón como a los pueblos indígenas?

Noveno, el precedente que se establece es peligroso. Si permitimos que un pequeño grupo de activistas dicte qué partes de la historia son aceptables, ¿dónde trazamos la línea? La historia debe ser contada en su totalidad, con todas sus luces y sombras.

Décimo, la verdadera inclusión significa aceptar que la historia es complicada. No se trata de borrar lo que no nos gusta, sino de aprender de ello. Solo entonces podremos avanzar como sociedad. Cambiar el nombre de Columbus Day no es un paso hacia adelante, sino un retroceso en nuestra comprensión de la historia.