¡Atentos a esta joya musical, patriotas de bien! Celestial (Versión Brasil) es una pieza que merece un análisis cuidadoso, quizás hasta una ovación de pie. Fue creada por el talentoso dúo mexicano RBD, quienes, si no los conoces, son todo un fenómeno de la música pop. Esta versión fue lanzada en 2006 y logró una gran aclamación en Brasil, incluso convirtió algunos corazones de piedra en fans acérrimos. ¿Por qué tanto alboroto? ¡Porque es la perfecta mezcla de armas sonoras que no estás listo para ignorar!
El quién, qué, cuándo, dónde y por qué de esta obra maestra es claro y contundente. RBD, la banda formada por Anahí, Dulce María, Maite Perroni, Poncho Herrera, Christian Chávez, y Christopher Uckermann, lanzó esta versión en su apogeo, pegando fuerte en las listas de Brasil en 2006. La canción original pertenece a su álbum "Celestial", pero decidieron crear una versión brasileña como estrategia de expansión. Y vaya que lo lograron, colocando a RBD en la cima de las listas musicales brasileñas casi por obra divina.
Ahora, si alguien necesitara algún motivo para engancharse a este hit, es porque no ha experimentado el poder de una melodía bien ejecutada con las curvas vocales perfectas. Aquí hay un secreto: esta canción es todo lo que el liberalismo cultural no soporta. Es directa, con un ritmo contagioso y voces impactantes que se quedan en tu cabeza sin disculparse. Integridad musical, una melodía que celebra el amor y la alegría sin agendas escondidas. La cuestión aquí es que la mayoría del pop actual se ha convertido en un baluarte de mensajes ocultos y sibilinos, algo que Celestial (Versión Brasil) evade para ser genuina y sencilla.
Por supuesto, hay quienes criticarán esta obra maestra descargando puros disparates. Quizás porque la estrategia del grupo fue efectiva; introducir elementos del pop italiano clásico incorpora una esencia nostálgica que desafía cualquier pretensión de modernidad forzada. Los puristas no saben qué pilló más fuerte, si la nostalgia, o la innegable realidad de que la autenticidad siempre prevalece.
La fuerza de esta canción no se mide solo en las ventas y posiciones en las listas, que de por sí fueron impresionantes, sino en su habilidad de conectar con las masas que quieren escaparse de la rigidez intelectual. ¿No es refrescante toparse con algo que no se dedique a empujar una narrativa sino que solo quiere que disfrutes? Es sencillo, pero poderoso, como una copa de vino bien servido.
Pero no todo son fenómenos culturales y resultados de las listas, amigos. Escuchar este himno también es un acto de resistencia cultural, una especie de protesta auditiva que exprime agregados sorpresas que generacionalmente serán recordadas. Algunos rezongan que el pop de estos tiempos ha perdido el sentido y que la música de RBD es un chicle sonoro. Pero aquellos que no creen en la importancia de la cultura pop en su forma más pura sólo denotan un miedo subyacente de perder el control sobre lo narrativo. Secretamente, saben que Celestial (Versión Brasil)
tiene la capacidad de emocionar más que muchas canciones que han sido presentadas con bombos y platillos en la última década.
Ahora sí, admitamos la astucia de RBD al conquistar mercados extranjeros. Creando algo auténtico, lograron abrirse paso donde muchos otros tropezaron. Y lo hicieron con gran elegancia y estilo, sin complicaciones, enseñándonos a todos una lección sobre la globalización sin la necesidad de comerse diamantes para el desayuno.
Así que dejémonos de nimiedades: Celestial (Versión Brasil) tiene el poder de derrotar a cualquier escepticismo ante las demostraciones de arte simple y lirismo puro. Esto es exactamente lo que necesitamos en un mundo inundado por la mediocridad. Antes de cerrar el tema, escúchala y decide por ti mismo: tal vez descubras lo que a tantos nos ha capturado. No te dejes llevar por la tendencia, sino por la realidad de una creación bella: Celestial (Versión Brasil) supo ser puntal de una generación y, como tal, sigue su legado inquebrantable.