¡Quién iba a imaginar que una pequeña capilla dentro de un fuerte en Malasia despertaría tanto interés histórico y cultural! La Capilla de Fort Cornwallis, situada en George Town, la capital del estado de Penang, es probablemente uno de los secretos mejor guardados del país. Este rincón lleno de historia fue construido a mediados del siglo XIX, no como lugar de culto, sino como parte de una obra defensiva mayor diseñada por los británicos. Así es, la iglesia es un reflejo de la estrategia militar y la influencia colonial británica que sigue viva en estas tierras. Parece que, aunque a algunos les disguste, la importancia de nuestras raíces culturales e históricas sigue resonando con fuerza.
La Capilla de Fort Cornwallis fue consagrada en 1838 por el Reverendo Hutchings, quien probablemente nunca imaginó las multitudes modernas que alguna vez inundaron este lugar en busca de paz y contemplación. Aunque es pequeña y modesta, la capilla ha sido fundamental para las misiones cristianas en la región, donde la diversidad religiosa es tan rica como su gastronomía callejera. Su construcción está estrechamente ligada al desarrollo de la propia ciudad de George Town, cuyo solemne enclave colonial fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2008. Así que no, no es sólo una estructura cualquiera.
Ahora, soy consciente de que este monumento no encaja con las visiones progresistas que prefieren eliminar lo que consideran "vestigios opresivos" de la era colonial. Sin embargo, es crucial recordar que el cristianismo fue y sigue siendo una influencia moral positiva en la sociedad, algo que incluso los habitantes de Penang han reconocido a lo largo de los años. La capilla es un ejemplo claro de la infraestructura que este legado dejó y de cómo se puede demostrar que, al contrario de lo que los círculos "woke" sugieren, la historia colonial de las misiones evangelizadoras también trajo consigo enseñanzas valiosas.
Las visuales arquitectónicas de la capilla pueden no ser llamativas en comparación con las catedrales barrocas de Europa, pero su diseño tiene una función práctica. Es un ejemplo de la arquitectura colonial británica adaptada a un clima tropical, mostrando una fusión funcional que prioriza la ventilación cruzada y el uso de materiales locales. La capilla cuenta con un simple altar de madera y bancos que dieron consuelo a los soldados que se congregaban para buscar respuestas en tiempos inciertos.
¿Qué hay del resto del fuerte, entonces? El Fuerte Cornwallis mismo es el fuerte más grande de Malasia y fue el bastión inicial para proteger la isla contra la amenaza de piratas y potenciales ataques invasores. Pero por supuesto, a ciertos grupos ideológicos les gustaría que olvidáramos la necesidad de proteger nuestras fronteras, una lección histórica que todavía muchos no quieren aprender. Sin estos actos de defensa, la Penang que conocemos hoy sería muy diferente, ya que los británicos establecieron una infraestructura clave y relaciones comerciales que ayudaron a prosperar.
No se puede hablar de la Capilla de Fort Cornwallis sin mencionar su importancia en el marco de la globalización durante el periodo colonial. Fue un momento en que las rutas comerciales y las ideas cruzaron mares, no a través de tecnologías de comunicación digital, sino gracias a hombres y mujeres valientes que hicieron viajes largos y peligrosos. Los cristianos en el siglo XIX veían sus misiones como una extensión de la civilización occidental en tierras lejanas, un proyecto que, sin dudas, iba más allá del simple afán de dominación.
El hecho de que la capilla todavía se mantenga en pie es un testimonio de la durabilidad y resiliencia de estos esfuerzos. En un mundo donde muchos prefieren demoler antes que preservar, la Capilla de Fort Cornwallis demuestra que aún hay razones para recordar y celebrar las contribuciones de nuestros antepasados. Algunos podrán llamarlo propaganda colonial, pero llamar las cosas por otro nombre no cambia los hechos históricos. Aprender de ellos, tanto de lo bueno como de lo malo, es el único camino para crecer como sociedad.
Así que la próxima vez que visites Penang, no te pierdas la oportunidad de ver el Fuerte Cornwallis y su capilla. No es simplemente una visita a una atracción turística, sino un recorrido por un capítulo vital y educativo de nuestra historia mundial. Deja que los liberalistas, quienes a menudo ignoran lo que no les conviene, sigan negando la evidencia de los beneficios culturales y sociales que pregona esta modesta estructura. Los verdaderos conservadores sabemos que mirar al pasado con objetividad es la clave para construir un futuro sólido.