En el mundo de las artes marciales, el concepto de bloqueo es esencial. Nos referimos a la habilidad de frenar, desviar o absorber un ataque, garantizando así nuestra protección personal. Este arte defensivo, perfeccionado por guerreros a lo largo de siglos, no solo ha salvado vidas, sino que también ha forjado el carácter y la disciplina de quienes lo practican. Así que, ¿por qué parece que estamos perdiendo la noción del bloqueo en una sociedad que, irónicamente, necesita más defensa que nunca?
El Bloqueo es Proactividad: A diferencia de lo que muchos piensan, el bloqueo no es solo reaccionar a un ataque. Es una forma proactiva de enfrentar conflictos. No se trata de ceder, no se trata de rendirse, es poner un alto con fuerza y determinación. El bloqueo en artes marciales nos enseña a adelantarnos, a prever, a no esperar a que el golpe nos alcance. Lo mismo debería aplicarse en la vida diaria.
La Fortaleza Mental: Aprender a bloquear requiere más que fuerza física; demanda fortaleza mental. La capacidad de mantener la calma bajo presión y responder con precisión e inteligencia es crítica. En una época donde fácilmente se cede ante la presión social y emocional, aprender a bloquear nos ayuda a mantenernos firmes en nuestras convicciones.
Una Defensa Impopular: El acto de bloquear, de rechazar lo que nos es adverso, es considerado casi un atavismo. En un mundo de corrección política y miedo a ofender, defender lo que es importante para uno es el nuevo taboo. Las artes marciales nos recuerdan que bloquear es necesario. No podemos permitir que los ataques, sean físicos o ideológicos, nos desequilibren.
Disciplina Personal: La práctica del bloqueo requiere disciplina. Esa es una lección dura que muchos prefieren evitar. En lugar de trabajar arduamente para mejorar, vivimos en una cultura que glamouriza la solución fácil, el atajo. Las artes marciales no toleran este tipo de actitud, y eso debe ser un modelo a seguir.
La Importancia de la Repetición: No olvidemos que la repetición y la práctica son esenciales para perfeccionar el bloqueo. No es simplemente decir "no", sino interiorizar el proceso hasta convertirlo en un reflejo. En una era donde la paciencia se agota rápidamente, estas habilidades parecen anticuadas, pero son más valiosas que nunca.
Detener la Agresión Permanente: El bloqueo nos enseña a detener no solo la agresión física, sino también aquellas agresiones constantes e insidiosas que enfrentamos. Estas pueden ser campañas de desprestigio, ataques personales o hasta la manipulación mediática. Saber bloquear nos da el poder de proteger nuestra integridad y, por qué no decirlo, nuestra esencia.
El Valor del Legado Tradicional: En las artes marciales, el bloqueo es uno de los pilares que ha sido pasado cuidadosamente de generación en generación. Pero en la actualidad, existe una tendencia inquietante de querer romper con lo tradicional, lo que claramente no es inteligente. Las artes marciales nos enseñan que los valores probados a través del tiempo tienen un rol fundamental en la formación de individuos fuertes y competentes.
Despierta a la Realidad: Muchos ataques nunca se materializan pero la preparación para el bloqueo nos mantiene despiertos, conscientes, listos. Es una parte crucial del arte de anticiparse, de estar siempre preparado. En un momento donde muchos pretenden que los problemas desaparecerán solos, estar preparado es un recurso invaluable.
Refuerza la Individualidad: Practicar el bloqueo es reforzar nuestra independencia y nuestra voluntad de ser individuos completos y no simple parte de un colectivo. Nos recuerda que debemos conservar nuestra autonomía, nuestra voz y nuestro espacio frente al ruido externo.
El Bloqueo y el Honor: En las artes marciales, bloquear no es solo defenderse; es proteger tu honor. Algo que demasiados han olvidado, ya que hoy es más fácil ceder y dejarse llevar por la corriente.
El arte del bloqueo sigue siendo relevante y vital, incluso en el siglo XXI. Solo aquellos que entienden su importancia saben que no se trata de vivir bajo temor o paranoia, sino de estar informados y preparados para cualquier eventualidad en la vida. Esto, por supuesto, es algo que algunos liberales parecen no entender: la importancia de estar preparados y defender lo que es fundamental.