¿Qué tienen en común el desierto, un vaquero legendario y el conde Drácula? Todo eso se fusiona en la película "Billy the Kid contra Drácula", un filme de 1966 que desafía las expectativas tradicionales del Oeste y el terror. Protagonizada por Chuck Courtney como Billy the Kid y John Carradine como Drácula, esta cinta fue lanzada en pleno territorio estadounidense, donde el salvaje Oeste y los monstruos góticos rara vez se cruzan. ¡Pero alguien tuvo la brillante idea de unir a dos legendarios antagonistas en una batalla del bien contra el mal! Las chispas de este cruce chispeante seguramente prenderán el interés, excepto quizás para aquellos que prefieren sus películas serias y aburridas.
Esta película es la cumbre del cine B; su fascinante mezcla de géneros ha sido criticada y alabada al mismo tiempo. ¿Cómo olvidar el argumento? Drácula llega al Oeste, sediento de sangre en la tierra de los vaqueros. Si hay algo que Billy no puede soportar, es un villano «de ultratumba» amenazando su territorio. La batalla resulta tan ridícula como imaginativa, y es posible que por eso se sienta tan fresca hasta el día de hoy. No es una obra para aquellos liberales obsesionados con la corrección histórica o la seriedad cinematográfica.
No, aquí no hay crítica social profunda ni sensibilidades modernas. Solo un enfrentamiento directo con lo absurdo, algo que a menudo se pierde en las tramas cinematográficas contemporáneas. El guion, escatimado en sutilezas, se centra en la batalla entre el bien absoluto y el mal absoluto. Drácula, con su mítica capacidad para convertir a las mejores de las mujeres en sus súbditos vampíricos, representa una amenaza que Billy, armado hasta los dientes, no puede ignorar. Aprovechando los paisajes desérticos, esta película trae algo que bien podría considerarse un western con colmillos.
La actuación es, digámoslo, colorida. Carradine se destaca, no por su sutilidad sino por su habilidad de convertir la exageración en una forma de arte. La película tenía que capturar el imaginario de una época en la que los personajes debían ser más grandes que la vida misma. Courtney, por su parte, entrega un Billy the Kid valiente y justiciero, un verdadero caballero del Oeste, aunque tenga que vérselas con una criatura salida del inframundo.
¿Qué hay de la música? No defrauda en su intento por mantener una atmósfera épica y tenebrosa aunque más te hará sonreír que estremecerte. Esta es una obra que juega con los límites de los géneros, recordándonos una época en que el cine se atrevía a ser experimentalmente extravagante. Tiene muy poco en común con los blockbusters actuales, esos a menudo repletos de basura políticamente correcta.
Y así llegamos a la verdad subyacente en la historia de "Billy the Kid contra Drácula"—la película habla de valentía, de tomar las riendas y enfrentarse a lo desconocido, algo que sin duda alguna define a los verdaderos pioneros. El filme nos recuerda que el espíritu americano radica en su capacidad para desafiar lo ordinario, abrazando narrativas novedosas, aunque curvadas hacia lo desacostumbrado.
Los críticos que catalogan esta película como un fracaso probablemente no ven más allá de su ejecución técnica y su trama poco convencional. Lo que se pierde en esos puntos de vista cuadriculados es la audacia de una cinta que desafió fronteras vetustas, una obra de arte en su propia ligereza. Tal vez es eso exactamente lo que se necesita hoy, en un mundo agobiado por la politiquería y la hipersensibilidad.
Al final del día, "Billy the Kid contra Drácula" es una experiencia de cine única y despreocupada. No es para todos, ciertamente. Pero para quienes pueden ver el valor en la libertad de crear sin límites, esta película es más que un híbrido de géneros; es un testimonio de épocas pasadas cuando el entretenimiento primaba sobre la seriedad.
No cabe duda de que "Billy the Kid contra Drácula" es un extraño caso de los clásicos del cine B que constantemente empuja los límites de lo que se puede lograr cuando se junta lo inesperado. Así que si estás cansado de lo convencional y buscas una historia que te deje boquiabierto aún con su humildad, ya sabes cuál película añadir a tu lista.