¿Qué tiene 'Ben-Hur' que hace temblar a los sensibleros de Hollywood? La versión de 2016 de esta épica clásica no solo revisita una de las historias más poderosas jamás contadas, sino que se atreve a hacerlo en un tiempo donde todo debe ser políticamente correcto. Dirigida por Timur Bekmambetov y basada en la novela de Lew Wallace, esta producción nos transporta a los tiempos en que Judá Ben-Hur (Jack Huston) y su historia de venganza ocupa el centro del escenario. Establecida en Judea, durante la ocupación romana, esta obra de arte cinematográfica reinventa su predecesora de 1959 con mayor intensidad y valores de producción modernos, lo que debería merecer todo tipo de aplausos.
Sin embargo, 'Ben-Hur' 2016 ha sido objeto de cruda crítica por no doblegarse a ciertos dogmas contemporáneos. La película surge en una época donde reina la corrección política, donde cualquier referencia a un heroísmo casi olvidado por ciertos sectores de la sociedad es vista con recelo. Pero este filme no tiene miedo de honrar esos sentimientos épicos que resaltan la cultura judeo-cristiana, enfrentándose a una narrativa de bajo perfil que muchos, especialmente en el ámbito liberal, podrían preferir.
La historia de Ben-Hur es un tale de venganza y redención; una narrativa rica en simbolismo y valores morales que aparece obsoleta para el panorama actual, donde frecuentemente se celebra lo banal y se ignora lo sublime. La fuerza del relato se centra en el exilio inmerecido del noble Judá Ben-Hur, y su intensa caída en desgracia, solo para luego alzar vuelo en una dimensión casi espiritual. Jack Huston ofrece una interpretación profunda y convincente del atormentado príncipe judío, mostrando que incluso en nuestro mundo caótico, la redención personal es posible.
Enfocada alrededor de la legendaria carrera de cuadrigas, la película rememora lo que una vez se consideró lo mejor del cine épico: asombrosos escenarios, explosivas escenas de acción y una narrativa que resuena más allá de las metas de taquilla. A pesar de sus críticas, Ben-Hur aporta una frescura visual y una energía renovada, demostrando que el cine aún puede ofrecer algo más que explosiones vacías y guiones de fórmula repetitiva.
Claro, lo más irritante para ciertos críticos es la evidente resonancia espiritual de la película. En un mundo donde cualquier indicio de espiritualidad es abrasivamente debatido y casi sacado a patadas de nuestras vidas, 'Ben-Hur' presenta un mensaje poderoso. La representación de Jesucristo, el significado del perdón y redención, y la gracia personal desafían la creciente marea de secularismo insípido que se ha infiltrado en el entretenimiento moderno.
¿Dónde más podrás ver sobre la pantalla grande a un hombre buscar justicia mientras abraza valores transcendentales? La película coloca con habilidad la figura de Cristo no como un telón de fondo opcional, sino como la piedra angular de la trama que da el matiz necesario para entender el sacrificio y la gracia en su totalidad. La narrativa da una bofetada de realidad a quienes han tergiversado la identidad original de lo que realmente sostiene el tejido moral de nuestra civilización.
Produce satisfacción, en este sentido, que 'Ben-Hur' 2016, a pesar de las posibles desventajas comerciales, no ceda ante las presiones de una perspectiva unidimensional. Algunos quieren que todo lo que consumimos sea absolutamente neutral, posiblemente por temor a ofender a quienes no están dispuestos a considerar puntos de vista que fomentan la reflexión individual.
La crítica puede arremeter, los gustos pueden fluctuar al ritmo de la marea cultural, pero 'Ben-Hur' muestra que aún hay espectáculos cinematográficos que no se asustan ante la posibilidad de incomodar. La película nos recuerda que el coraje en representación y mensaje sigue siendo posible y necesita tener más presencia en la colosal maquinaria del cine actual.
Si alguna vez has sentido que el cine moderno carece de profundidad moral, o te has preguntado por qué es tan raro encontrar narrativas que no sólo entretengan sino también inspiren y desafíen, entonces 'Ben-Hur' 2016 es una bocanada de aire fresco. Muchos intentarán menospreciarla precisamente por las razones que la hacen destacada. Pero al igual que Judá, quienes celebren su mensaje encontrarán redención en medio del caos.