¡Las Matemáticas no son de Izquierda!
En un mundo donde las matemáticas deberían ser neutrales, la Sociedad Americana de Matemáticas (AMS) ha decidido que es hora de politizar los números. En octubre de 2023, en su última publicación, la AMS ha comenzado a incluir artículos que no solo hablan de ecuaciones y teoremas, sino que también se adentran en temas de justicia social y equidad. ¿Dónde? En sus prestigiosas "Notices of the American Mathematical Society". ¿Por qué? Porque aparentemente, hasta los números necesitan ser "inclusivos".
Primero, hablemos de la ironía. Las matemáticas son el lenguaje universal, una ciencia exacta que no discrimina. Sin embargo, la AMS parece pensar que las matemáticas necesitan un toque de corrección política. ¿Desde cuándo resolver una ecuación cuadrática requiere una perspectiva de género? La respuesta es simple: no la necesita. Pero en un intento por ser "relevantes", han decidido que es hora de que las matemáticas se suban al tren de la justicia social.
Segundo, la AMS está perdiendo el foco. En lugar de centrarse en fomentar el amor por las matemáticas y mejorar la educación en esta área, están desviando la atención hacia temas que no tienen nada que ver con la disciplina. ¿Qué sigue? ¿Clases de álgebra con perspectiva de género? ¿Geometría interseccional? La realidad es que las matemáticas son una herramienta poderosa que debería unirnos, no dividirnos.
Tercero, esta tendencia es peligrosa. Al politizar las matemáticas, corremos el riesgo de alejar a aquellos que buscan una educación basada en hechos y lógica. Los estudiantes que quieren aprender matemáticas puras podrían sentirse desalentados al ver que su disciplina se está convirtiendo en un campo de batalla ideológico. Esto podría llevar a una disminución en el interés por las matemáticas, lo que sería un desastre para el futuro de la ciencia y la tecnología.
Cuarto, la AMS debería recordar su propósito original. La misión de la AMS es promover el conocimiento matemático y su aplicación. Al desviar su atención hacia temas políticos, están fallando en su misión. Las matemáticas han sido una fuerza unificadora a lo largo de la historia, y deberían seguir siéndolo. No necesitamos que las matemáticas se conviertan en otro campo de batalla en la guerra cultural.
Quinto, es hora de que los matemáticos se levanten. Aquellos que realmente aman las matemáticas deben alzar la voz y exigir que la AMS vuelva a centrarse en lo que realmente importa: los números. Las matemáticas no necesitan ser "inclusivas" o "justas". Necesitan ser precisas y objetivas. Esa es su verdadera belleza.
Sexto, la AMS debería escuchar a su comunidad. Los matemáticos de todo el mundo están preocupados por esta tendencia. Quieren que su disciplina siga siendo un refugio de lógica y razón, no un campo de batalla político. La AMS debería prestar atención a estas voces y reconsiderar su enfoque.
Séptimo, las matemáticas son para todos. No necesitan ser politizadas para ser accesibles. La belleza de las matemáticas radica en su simplicidad y universalidad. Cualquiera puede aprender matemáticas, independientemente de su origen o creencias. No necesitamos que la AMS nos diga cómo hacer que las matemáticas sean "justas".
Octavo, la AMS está jugando con fuego. Al politizar las matemáticas, están arriesgando su credibilidad. Los matemáticos y científicos de todo el mundo podrían comenzar a cuestionar la validez de una organización que parece más interesada en la política que en la ciencia.
Noveno, es hora de volver a lo básico. Las matemáticas son una disciplina hermosa y poderosa. No necesitan ser adornadas con ideologías políticas para ser relevantes. La AMS debería centrarse en promover el amor por las matemáticas y dejar la política fuera de la ecuación.
Décimo, las matemáticas no son de izquierda ni de derecha. Son simplemente matemáticas. Y así deberían seguir siendo.