Del choque de egos a la pantalla grande: Anjaneyulu

Del choque de egos a la pantalla grande: Anjaneyulu

Anjaneyulu desafía las percepciones convencionales del poder con acción y crítica social, todo en un paquete que no complace sensibilidades progresistas.

Vince Vanguard

Vince Vanguard

Si crees que el cine es más que solo entretenimiento vacío, prepárate para conocer lo que hay detrás de la película Anjaneyulu. Esta joya del cine telugu dirigida por Parasuram en 2009 está llena de emoción, acción y crítica social, aunque no del tipo que acostumbra a complacer al público más progresista. Protagonizada por Ravi Teja y Nayantara, 'Anjaneyulu' se estrenó el 12 de agosto en la India, siendo una respuesta al cine comercial pero con un toque ácido que podría hacerle arrancar los pelos de la cabeza a más de un liberal despistado.

La trama sigue a Anjaneyulu, un periodista valiente que tiene la misión de destapar la corrupción política; eso, mientras combate sus propios demonios personales en una narrativa que entrelaza humor y melodrama con pericia. A diferencia del drenaje emocional al que algunos están acostumbrados a llamar cine, esta película usa sus casi 145 minutos para poner bajo el microscopio aquello que otros prefieren guardar bajo la alfombra.

Hablemos del guion. Parasuram teje una historia que es tanto un comentario social como una advertencia. Anjaneyulu aprovecha cada oportunidad para desnudar la hipocresía y la venalidad de la política. Aquí no encontrará apologías al fanatismo progresista, sino una representación que se burla de la narrativa liberal moderna que a tantos les gusta consumir a modo de papilla ideológica.

Ravi Teja, un actor conocido por su versatilidad y abundante carisma, lleva el peso del film casi por entero. Su interpretación de un hombre ético cercado por el desorden moral a su alrededor es el núcleo que liga esta historia con sus espectadores. La dinámica con Nayantara añade un toque romántico sin caer en sentimentalismos vacuos. Su química en pantalla es tan palpable que le dará más de una razón para seguir viendo sin mirar el reloj.

Pero la película no solo respira gracias a su pareja principal, el elenco de apoyo hace lo suyo. La representación de Brahmanandam como el jefe cómico de Ravi Teja añade capas de humor satírico que no dan tregua. Su habilidad para invocar risas al tiempo que mueve la historia hacia adelante es un elogio a su experiencia actoral.

La dirección y la música en 'Anjaneyulu' son elementos que si bien pasan desapercibidos a ojos inexpertos, ayudan a elevar la película a un nivel que muchos dramas sociales no alcanzan. S. Thaman, el encargado de dar vida sonora a esta cinta, usa melodías tradicionales mezcladas con canciones pegajosas que atrapan la atención desde el primer compás.

Es imposible ignorar cómo la película nos deja reflexionando sobre los usos y abusos del poder. Esto no es increíble si se tiene en cuenta que, a sus espaldas, el director ya había desbaratado preconcepciones con obras anteriores. Parasuram plasma su visión sin preocuparse de medir palabras o actos. Al igual que Anjaneyulu, hay ocasiones en las que una bofetada al statu quo es la única vía para un verdadero impacto.

Resulta evidente que Anjaneyulu busca desafiar la percepción de la política convencional tan cómoda para aquellos que disfrutan de sus burbujas de conformidad mientras recitan mantras vacíos de "cambio" y "progreso". Poca pantalla verán los que esperaban una pausa para abrazar una respuesta simplista. Pero para aquellos dispuestos a aprender, la película es una lección de discernimiento sobre las complejidades morales de un mundo que muchos prefieren perezosamente ignorar.

¿Una obra perfecta? No. Pero es infinitamente más intrigante y significativo que el material promedio que impera en los cines modernos. Anjaneyulu pone un foco controvertido sobre asuntos que realmente importan. Parasuram ofrece un golpe a la conciencia más que un abrazo complaciente. Y eso, mis amigos, es lo que una película debe aspirar a ser.